martes, 18 de agosto de 2020

UNA APROXIMACIÓN A LA HISTORIA DEL FOLKLORE LLANERO (Segunda Parte).


Velorio de Cruz de Mayo, drawing by Anton Goering, 1892.



UNA APROXIMACIÓN A LA HISTORIA DEL FOLKLORE LLANERO (Segunda Parte).

Por: Profesor JAIRO RUIZ CHURION

Junio 5 de 2019.


Hasta el siglo XIX en los llanos se bailaban galerones y se cantaban galerones, basta con leer a los autores que escribieron sobre el Llanos en ese siglo como Jorge Brisson, en su "Excursión por Casanare" y allí encontraremos muchos ejemplos de los bailes y cantos de galeras, en su trasegar por las llanuras del Oriente colombiano. Con esto dejamos ver las variedades de romances que se cantaban en los Llanos y que poco a poco fueron configurándose y adaptándose a la fisonomía llanera. 

Por ese entonces, la música que se escuchaba en el nuevo continente y que fuera traída por los conquistadores y misioneros, era el galerón, como orgullo de la raza hispana, que se fundía con el valse austríaco, tan de moda por la época de la conquista, Esta curios mezcla va a dar origen a varios ritmos musicales en México, pasando por Cuba, Ecuador, Argentina, Brasil, Perú, ¿y por qué no? Los Llanos Orientales de Colombia y Venezuela. Galerón araucano era lo que cantaba Jesús Martínez en el Hato de La Candelaria, por allá en los años treinta, y que se conoce aún: En los llanos del setenta onde se colea ganado me dieron para mi silla un caballito melao. Me lo dieron por maluco me salió requetemplao, pues con él llegué a tumbar toros de cachos volteados. El llanero le cantaba a su entorno, a su cotidianidad, a la noticia, a la charada, y a la humorìstica relación con las mujeres; él era el mensajero de las llanuras, pues por donde pasaba un vaquero y pernoctaba en un hato, esa noche contaba cantando lo que había oído y visto por donde iba trasegando. 

Y para muestra, viene la letra de un corrido Casanareño de 1905, sin conocerse al autor de la letra, pero que narra totalmente y sin tapujos lo acontecido en la batalla de los Llanos de la Vigía, Casanare, durante una de las muchas confrontaciones que librò el general Avelino Rosas contra las fuerzas del gobierno en la Guerra de los Mil Días. 
Un Rodeo en los llanos, Grabado de Riou. Bibioteca Nacional.


Sucediò asì: En el año de 1900, en las Sabanas de La Vigìa, en el actual departamento del Casanare, se enfrentaron las fuerzas del gobierno nacional conservador, con las del general Avelino Rosas, de filiación liberal: "Ay, caramba por esta sabana abajo, ay, caramba donde llaman La Vigìa" Narra nuestro personaje incógnito, quien posiblemente pertenecía al ejército del gobierno conservador y se salvó de esta batalla, y quienes se encontraron con el ejército llanero liberal del General Rosas: "Me encontré con un negrito, me encontré con un negrito llamado José María". 

Los llaneros fueron quienes primero provocaron a la fuerza conservadora para presentar batalla, y duraron cincuenta días entre escaramuzas y encuentros de los dos bandos se hizo una de las matanzas más encarnizadas de esta confrontación bélica: "Ay, caramba me invitó a jugar espadas, ay, caramba le dije que no sabía, ay, caramba me dijo que me enseñaba, me dijo que me enseñaba, le dije que aprendería". "Ay, caramba, duramos jugando espadas, ay, caramba siete semanas y un día, ay, caramba los paticos navegaban los paticos navegaban, en la sangre que corría". 

Antiguo conjunto Llanero:


Esta batalla la ganó el general Avelino Rosas, y se cuenta por los historiadores, que fue tal la desbandada del ejército gobiernista, que mucha gente se perdió en las llanuras aledañas al río Upía. En el libro "Liberaladas de una Revolución", del sacerdote agustino recoleto Daniel Delgado, y quien residió por muchos años desde 1910 hasta 1945 en Orocué Casanare, explica que la matanza en la sabanas de La Vigía, se dio a puro machete, pues ninguna de las dos fuerzas en conflicto contaban con armas de fuego: "Ay, caramba las espadas se afilaban, ay, caramba en los huesos que rompían, ay, caramba los chulitos se ahitaban, los chulitos se ahitaban de la carne que comían". "Ay, caramba si no corro tan ligero, ay, caramba me alcanza José María. Ay, caramba, él corrió pa´la Poyata, él corrió pa´la Poyata yo pa´Barranca de Upía. Este corrido titulado "José María", estuvo en boca de los llaneros por las primeras décadas del siglo XX; llanero venezolanos que llegaron a los Llanos del Casanare a principios de dicho siglo, lo cantaban en sus joropos, contado por Rosario Bellera Mirabal en el año de 1985, a la edad de 85 años, en la localidad de Orocué. CONTINUARÁ...

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