domingo, 16 de agosto de 2020

Hijos ilustres de Casanare - JOSE FORTUL BARRAGAN “FOSTO”.

José Fortul Barragán "Fosto", Fotografía, José Yezid Vargas Barragán.


Hijos ilustres de Casanare.

JOSE FORTUL BARRAGAN “FOSTO”.

 

A la memoria de un Llanero.

“A mis padres, mis oraciones

A mi esposa, mi amor y  respeto

A mis hijos, mi adoración y ejemplo

A mi tierra, mis notas y mis versos”.

(Palabras de Fosto).

Quiso a su tierra como el tesoro mas preciado, como pocos quieren a su llano a sus gentes, vivió para su terruño, “las bellezas, las grandezas del Todopoderoso quedaron plasmados en el llano”, esto siempre lo repitió. Hijo de Luis Barragán Galvis y María del Carmen Farfán Sanchez, nació en el Hato la Bendición, corregimientos de Guanapalo, municipio de Nunchia, departamento de Casanare, en Diciembre 19 de 1936; hermano menor de seis mujeres y mayor del numero ocho, Luis María a quienes llamaron cariñosamente “Quinina”. Los primeros años los pasó junto a sus padres y hermanos en el Hato la Bendición. Siendo aún niño lo llevaron para Labranzagrande, de allí a Duitama (Boyacá), en donde cursó sus estudios primarios en el Colegio de la Presentación y Camilo Torres.

Por presiones político-religiosas su padre se trasladó nuevamente al hato y el fue internado en el Gimansio Boyacá.

"Fosto" en su juventud en el recién fundado San Luis de Palenque. Fotografía, Créditos, José Yezid Vargas Barragán. 

A raíz de la muerte de Jorge Eliecer Gaitán, el 9 de Abril de 1948, este colegio y muchos otros fueron cerrados y volvió a la Bendición. Su padre murió el 30 de Noviembre del mismo año, fecha en que  empezaba a organizarse las guerillas del llano.

Desde esa época hasta fines del año 50 estuvo junto a su madre, viajaron a Sogamoso en donde con muchas necesidades estudio en el colegio Sugamuxi.  

Gran parte de su vida la pasó en la llanura, especialmente, en el Hato la Bendición donde fue adquiriendo conocimientos propios del medio. Sus tíos maternos le enseñaron a querer entrañablemente su tierra, a respetar las costumbres, a vivir el folclor del que fue su amante y al que profesó un gran cariño, demostrándolo en versos, composiciones, canciones, oratorias y  escritos.

Entre  sus composiciones se destacan: “La vaquería”, “Mis dos perlas”, “El cimarrón y el muchacho”, “Soñar despierto”, “El cofre de mis recuerdos”, ”El cuarto de San Alejo”, “El Ladrón de mi navaja”, “El piquete del Asno”, “Fragmentos históricos”, “Poemas a Luis Barragán”, “El pensamiento del novio triste”, y “El Himno de Nunchia”; además, participó en el concurso del himno de Casanare. Fue organizador y jurado del Festival Cimarrón, Director de la Casa de la Cultura de Casanare, juez en mangas de coleo, amante del joropo y las parrandas.

"Fosto" en su juventud en el recién fundado San Luis de Palenque. Fotografía, Créditos, José Yezid Vargas Barragán. 

En su juventud fue trabajador de llanos en hatos como: “Chaparrito” Marfureño en Pore; en “Venecia” de Manuel Sarmiento, y como vaquero de “La Bendición”, en “El Encanto” de Gerardo Zambrano, “San Rafael” de Jaime Arenas, “Veladero” y “Alcalá” de Julio Arguelles, “El Palmar” de Juan Medina Díaz, “La Barquereña” de Luis María Tobian, “El Alcaravan” de Policarpo Plata, “Bizerta” de Celmira Barragan y Tomas Plata, “Palmarito” de Margarita Barragan de Amador, y algunas fundaciones. Después de ser becerrero en el hato, fue caballicero mayor logrando mas tarde ser administrador del mismo.

Amante furibundo de los caballos, criador y arreglador de los mismos, de los que saco grandes campeones en vaquerías, carreras y adiestramiento para el coleo. Viajero incansable de ganado de las costas del Casanare a San Martin (Meta), junto con Tomas Plata, Luis Felipe Díaz, Jorge Amador, Abelardo Amador y otros mas.

"Fosto" en la manga de Coleo "Victor Hugo Prieto" de Yopal. Fotografía, Créditos, Roberto Rios.

Fue jurado en diferentes eventos culturales. Publicó varios escritos como:

Columnista de el periódico Llano grande.

Autor de el Himno de Nunchia.

Prologó el libro “Vidas Casanareñas”.

 

De su autoría han sido grabadas entre otras:

“Recuerdos del Gavan” por Jair Barragán

“La Vaquería” por Orlando el Cholo Valderrama

“El cimarrón y el muchacho”, por Walter Silva.

Trabajo con Petroleros Asociados como negociador de tierras y relaciones con la comunidad. Dejó sus huellas de Llanero en los Hatos La Bendición, Guanapalo. Como copropietario en la hacienda Matepantano dio pautas para la buena organización de un hato. Trabajó en COMEGAN de asistente en negociación de ganado entre Colombia y Venezuela. En institutos descentralizados realizo trabajos como auditor. Fue consejal municipal de Yopal ocupando la Presidencia, y le dio altura en los aspectos folclóricos y culturales a su llano querido, como director de la Casa de la Cultura Casanareña.

En la compañía petrolera ELF AQUITAINE, como asistente de relaciones públicas, ayudó a la comunidad a solucionar muchos problemas, especialmente en la creación y organización de escuelas rurales, pues siempre estuvo convencido que si se educaba al pueblo se lograría un verdadero desarrollo. Debido a su entusiasmo por la Historia, fue delegado por la compañía para la celebración de los 170 años de la Campaña Libertadora, durante las actividades correspondientes a Nunchia.

Con la empresa Chicoral, proyectó trabajos como Asistente de Construcción de vías, al igual que con la BRITISH PETROLEUM COMPANY, en el departamento de tierras donde fue negociador, procurando la mayor equidad.

José Fortul Barragán "Fosto", Fotografía, Fondo Mixto de Casanare.

Quienes conocieron a “Fosto”, son testigos de carisma sus palabras llenas de amor, poesía y sabiduría, para describir los paisajes del llano.

Con sus versos, coplas, poesías, dichos y cantos, sus paisanos aprendieron a querer la sabana con sus leyendas, personajes y costumbres, el coleo, las vaquerías, las faenas de trabajo del llano, el verano, el invierno, amores y desamores, los sobrenombres, los dichos, la mamona y el parrando. Criticó a quienes siendo llaneros, no se mostraban como tal, lo mismo a quienes en presentaciones artísticas autóctonas olvidaban los atuendos verdaderamente criollos.

El lucero mañanero, los venados, los esteros y morichales, los garzones, el chigüiro, el cachicamo, la cotiza, el sombrero y muchas cosas mas del universo llanero fueron su inspiración para su producción artística y literaria.

“Matepantano”, hoy de la Universidad de la Salle, tiene las huellas de un sabio que durante 12 años dejo bellos recuerdos como socio y administrador.

Allá fue pionero de la siembra del arroz en nuestro departamento. Trabajó junto a muchos lideres de la región, por la afirmación de la independencia política y administrativa de Casanare del departamento de Boyacá.

Su familia la conforman su esposa Blanca Belen Rios de Barragan, llamada cariñosamente “Milucha”; y sus hijos Blanca Patricia, Luis Gullermo “Garrafón”, Roberto Alfredo, Juan pablo “Pachalas”, Maria Cristina, José Manuel “Manoluto” y 17 nietos.

Con el “Tio Jairo” su cuñado, compartió ratos agradables en parrandas, al igual que las largas jornadas de trabajo de llano.

Texto y fotografía: “RESEÑA HISTORICA DE CASANARE”, Fondo Mixto de Casanare.

 

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