EL
SOBANDERO!.
Por: Alexis Duarte Torres. San Luis de Palenque, Febrero 7 de 2019.
De los llaneros el más faculto siempre será tambien el más
vivído, experto, sabio y caballero; quizás se debe nacer con un halo especial
para reunir todas estas cualidades juntas como es el caso de Don Eladio Pérez
Farfán. Para Doña Saturnina Farfán y Don Tobias Perez una llanera con un
Boyacense traer sus hijos al mundo a principios de siglo, más exactamente en
los años 20 (1924) donde todo comenzaba para esta parte del país, era aún más
difícil e implicaba sobrevivir a merced del destino, la suerte o la capacidad
de adaptarse al medio hostíl, inhospito y lejano.
Así
llegó Don Eladio Pérez Farfán en un país convulso e inestable políticamente,
quien como hijo mayor vió como crecía la familia con la llegada de sus hermanos
Susana, Placidia, Concepción, Magdalena, Ursula y Tobias. Una vez creció quiso
hacer su propio hogar y para no apartarse mucho de la casa paterna fundó su
finca Cantaclaro y allí formó su familia con Ana Deodata Diaz con quien vivió
un amor puro y único; capaz de sobrevivir a una luna de miel separada por las
circunstancias, la vida y la violencia. Lograron formar diez (10) hijos que han
heredado de sus padres la sencillez, nobleza y don de gentes tan propio de los
Pérez.
Su
amplia descendencia se ha ganado el respeto en gran parte a la figura que
encarna don Eladio el "Sobandero" de los llanos del Pauto; y es que
entre muchos otros oficios aprendidos como el de ganadero, obrero, ayudante de
dentista, parrandero y toma trago de los más buenos; fué el de sobandero el que
sobresalió como don divino para beneficio propio y de muchos a quienes salvó de
una deformidad, cojera o inutilidad con solo frotar sus manos y sus ungüentos
siempre acompañados de una charla picaresca, un anecdota distractor que
funcionaba mejor que la anestesia a la hora de poner en su puesto el pie
partido o el hombro salido que hacía llorar al estropeado paciente mientras el
sobandero más reconocido reía socarronamente mientras degustaba un buen sorbo
de aguardiente Cristal, Onix o Llanero.
Hoy
a punto de cumplir 96 años don Eladio ya colgó sus habitos de sobandero,
atesora sus anecdotas y comparte sus vivencias mientras cuida de su amada Anita
quien lo preocupa por su frágil salud y vé como por su casa pasan y pasan
hijos, nietos, bisnietos, hermanos, amigos y muchos como yo que nos deleitamos
hablando con los ancestros que aún nos quedan pues son tesoros vivos a punto de
ser saqueados por el olvido y la fragilidad de la vida. Don Eladio ya dió
demasiado y hoy apesar que un "eclipse" cegó uno de sus ojos, ve más
que antes y se siente tan vital que no duda en repetir que recordar es el
placer de vivir y tal vez la única muestra de estar vivo.
Tomado de la cuenta Facebook: "Alexis DuarteTorres.
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