Joropo Dance, Eloy Palacios. Wikipedia.
UNA APROXIMACIÓN A LA HISTORIA
DEL FOLKLORE LLANERO (Primera parte)
Por: Profesor JAIRO RUIZ CHURION Junio 5
de 2019.
Hace
algunos años, cuando en la Universidad de los Llanos se llevó a efecto un curso
taller de Pedagogía en Música Llanera, dirigido por el prestigioso arpista y
maestro sanmartinero Carlos "Cuco" Rojas, curso que recopiló lo
aprendido durante varios talleres elaborados en el año, en diferentes
departamentos de los Llanos Orientales. En esa sesión final, en la cual se
graduaron los alumnos como técnicos en pedagogía de música llanera, me encargó
el Ministerio de Cultura (quien hacía parte de la organización del evento), la
conferencia magistral relacionada con el folklore de los Llanos Colombianos.
Por lo tanto preparé estos apuntes que a continuación transcribo, y que ha sido
gracias a que revolcando en mis archivos, lo acabo de encontrar. Este escrito
se lo dedico a mis compañeros de faenas en investigación de la historia Nancy
Espinel y Oscar Pabón.
No es
fácil disertar sobre los orígenes del folklore de los Llanos Orientales de
Colombia, pues no se ha podido hacer una investigación minuciosa que se
comprometa a decir las verdad sobre los muchos y valederos componentes de la
estructura del folklore en sus inicios
Muchos
investigadores folkloristas han comentado sobre los aportes de la música árabe
en la conquista del Nuevo Mundo, o los aportes de los ritmos africanos en la
época de la esclavitud en América, como también en las bases que tenemos con el
folklore de las Islas Canarias españolas, pues hay que recordar las migraciones
de canarios de los siglo XIX y principios del XX hacia Venezuela, que
indudablemente contribuyó a la formación musical del joropo en aquel país y que
de alguna u otra manera interfiere en los Llanos Orientales Colombianos.
Históricamente
es comentado por varios folklorólogos, tanto de Colombia como de Venezuela,
especialmente por Elizabeth Haretz de esa nación, que durante la época de la
conquista, cuando aquella cantidad de aventureros viajaban hacia el incierto
Nuevo Mundo, las melodías que se entonaban en los grandes galeones que cruzaban
el océano, les hacía recordar su patria chica, sus terruños, pensando que jamás
volverían a sus hogares.
Tres galeones españoles. Finales siglo XVII. Óleo de Alex Breede.
Estas
melodías pertenecen al cancionero romancero de Castilla y Andalucía, de otras
partes de la Península Ibérica, como también a los cantos gregorianos que
llegaban con los misioneros religiosos. Y ya en Tierra Firme, para nuestro
interés que es lo que nos convoca aquí, estas melodías comenzaron a conocerse
como cantos de galeras o galerones. De las Islas Canarias se recuerda un canto
pastoril que está muy divulgado en el cancionero popular de las tonadas de
ordeño en los Llanos Apureños y Casanareños:
"Lucero
de la mañana, préstame tu claridad,
para
seguirle los pasos a mi amada que se va".
Hoy se
conoce y se ha vuelto muy popular esta tonada, en la grabación ejecutada por el
maestro Simón Díaz, Pabellón Musical de Venezuela, aunque para mi, esta
melodía, no era nueva pues desde muy pequeño en los corrales de ordeño de los
hatos llaneros, la escuchaba en boca de los becerreros.
Se canta
aún en el sur de la Provincia de Andalucía, España, por los pescadores de la
localidad, una tonada que en los Llanos Casanareños, primero siendo un galerón
del siglo XVIII, se volvió muy popular en los años 40 y 50 del siglo XX, pero
ya arreglada a la música y al verso original:
"Ay,
si, yo no soy de por aquí,
Ay, si,
yo vengo de Andalucía,
Ay, si,
como las palmas de dátiles,
Como la
palma del alma mía".
Y la que
sigue, ya arreglada de acuerdo al cancionero casanareño:
"Ay
si, sí, no se vaya señorita,
Ay si,
sí, que me encuentro atolondrado,
Ay si,
sí, no se retire de aquí,
No se
retire de aquí,
Que yo
estoy enamorado.
Ay si,
sí, señorita no me pise,
Ay si,
si, con su zapato de tacón,
Ay si,
sí, mira que me estás pisando
Mira que
me estás pisando,
Las alas
del corazón.
Y qué
decir del romance castellano en lengua sefardita del siglo XVII, que dice así?
"A
la una nací yo, a las dos me bautizaron,
Alas tres
yo tuve amores, a las cuatro me casaron,
Mi marido
es un amor,
Alma,
vida, y corazón." Grupo Los Vaqueros, Luis Ariel Rey y Rene Devia en La media Torta, Bogotá, años sesenta. Fotografía, Rene Devia.
Este
romance me fue enviado por un familiar desde Israel, en una grabación de
acetato en 33 revoluciones por minuto, en el año de 1984, y que inmediatamente
lo asocia con el cancionero popular casanareño, y que fue brillantemente
cantado por el maestro Orlando "Cholo" Valderrama, bajo el título de
"Quitarresuellos"
Y va esta
otra perla de la meseta de Castilla:
"Sobre
el mundo mi caballo,
Sobre el
caballo el apero,
Sobre el
apero yo solo,
Y sobre
yo mi sombrero".
Entonces,
podemos suponer que muchas de las letras del antiguo cancionero llanero de
Colombia y Venezuela, tuvieron sus orígenes en los romances gregorianos,
castellanos, andaluces o canarios de la España conquistadora. Para formar un
buen ejemplo de ello, tenemos el cancionero llanero del sacerdote español
Ricardo Sabio, que en sus viajes por la década de 1940 a través de todo
Casanare, fue recogiendo y transcribiendo a su libro que tituló "Corridos
y Coplas", publicado por la editorial Salesiana en el año de 1963. Dice el
mismo sacerdote Ricardo Sabio: "El galerón parece ser el aire más antiguo
y tradicional en Colombia, lo Suponen por la melodía, la armonía y el compás,
nacidos de los cantos gregorianos de los primeros misioneros españoles.
Conserva en su lenguaje muchas voces del castellano viejo: mero, truje, vide,
mesmo, asina, agora, hogaño, y otros... En Boyacá (el galerón) lo confunden con
el torbellino, que se baila en todas las fiestas de familia". Esta obra
del sacerdote Ricardo Sabio, es una de las más vivas representaciones del folklore
llanero de mediados del siglo XX y que gracias al entusiasmo de este cura,
tenemos un documento bastante actualizado de lo que ocurría con la música
llanera en todos los Llanos Colombianos. Continuará.....
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