lunes, 3 de agosto de 2020

CRONICAS URBANAS - Mauricio Quijano Rico.


Cap. Mauricio Quijano Rico al mando de su avión Piper Seneca II. Fotografía, Creditos, Mauricio Quijano R.

CRONICAS URBANAS.

MAURICIO QUIJANO RICO, el Indiana Jones de los llanos Colombianos.

Por: Miguel Arango Devia.

La serie de películas en las que el actor Harrison Ford interpreta a Indiana Jones, no pasan de ser simples argumentos comerciales del cine gringo. Las aventuras de verdad, las vivió, para contarlas, el Piloto Mauricio Quijano Rico.

Aterrizar un avión en el Crucero, en la carretera Sogamoso Aquitania, lograr tomar tierra segundos antes que estallaran los explosivos que transportaba en su aeronave, capotear una tempestad dentro de una nube Cumulus-nimbus en un PA-18, a 9 mil pies de altura, ser el comandante de aeronaves de varios presidentes de Colombia, hacen parte de la “saga” que un buen guionista podría convertir, en una apasionante serie cinematográfica.

La diferencia es que Harrison Ford, es gringo y Mauricio Quijano es colombiano, Sogamoseño para las señas.

Cap. Mauricio Quijano Rico haciendo un sobrepaso en su avion Piper Seneca II. Fotografía, Créditos, Mauricio Quijano R. 

A lomo de mula a los 10 años llegó a Casanare de la mano del Doctor Marco Antonio Quijano Niño, su padre, quien se había fundado en 1920, sobre el Caño Güirripa. Las Margaritas se llamó la fundación que se inició con 200 novillas, gracias a una compañía que logró concretar con Carlos y Joaquín Rico del Castillo, tíos de Mauricio.

En 1953, y recién pasada “la Guerra”, entre el gobierno y las Guerrillas del Llano, se concretó su primer viaje a Maní. Lo hizo en “El Colirrojo”, un DC-3 que comandaba el Capitán; Pote Gutiérrez, que operaba con base Sogamoso, desde donde también volaban, Avianca, Afripesca, Lansa, Taboy, Taxader, Fuerza Aérea Colombiana y el Avión de Acerías Paz de Rio; (entre otros).

Sogamoso era en la época, la ciudad de mayor importancia como puerto aéreo, del oriente Colombiano.

Cap. Mauricio Quijano Rico con el Presidente Julio Cesar Turbay Ayala. Fotografía, Créditos, Mauricio Quijano R.

Mauricio, se vinculó desde muy joven a Casanare, en Paz de Ariporo y Yopal, primero como llanero de; “pata al suelo”, y tiempo después, como piloto comercial.

Todo forma parte de diversos e interesantes capítulos vividos y trajinados por los caminos ganaderos, las sabanas bravías, con la amistad y el cariño de sus amigos llaneros que habían sido sus compañeros en el Colegio Sugamuxi, como los Taraches, Granados, Barraganes, Valderramas, Díaz, Reyes, Morenos, Sanabrias, Castros, Jiménez, Coronados, Vargas, Correas, Barones, Berroteránes, Benavides, Ballesteros, Chaparros, Bravos, Riveras, Garcías, Gómez, Foreros, Mesas, Castros, Perdomos y muchos más que sería complicado mencionarlos.
Recuerda el capitán Mauricio Quijano, que el primer vuelo comercial lo hizo para prestar un servicio en Paz de Ariporo, fue el HK-72, un Cessna 140, que Sixto Castro le alquilo por quinientos pesos mensuales.

Era un verdadero cacharro, (tenía más fuerza un purgado); pero, era su primera aventura como piloto. Tito Tarache, gallero el, lo contrató para que lo llevara con un costal de gallos de pelea a Yopal a un desafío de gallístico.

La pista de Paz de Ariporo era de grama, más bien corta. -Yo calculé-, dice el capitán Quijano, -que el gallero, debía pesar unos 110 Kilos, mas unos 15 de los gallos y el peso mío 75 Kilos. Rodé a cabecera de la pista 04 de inicie la carrera de decolaje, y por supuesto el avión-cacharro; “no voló”, hice dos intentos más y al tercero decolamos con destino Yopal, aeropuerto “La ultima Lagrima” donde José Cipagauta y Evelia su señora, con su ayudante Juanito. Vuelo a “Ojímetro” Yopal no tenía Torre de Control.

Este, el primer vuelo y el inicio de una vida de aventuras del Capitán Mauricio Quijano Rico en el aire y en tierra, que ya quisieran David Cossío con los autores de la Última Cruzada, Los Cazadores del Arca Perdida, La Ciudad Perdida, La Leyenda del Tesoro Perdido y Jungla que protagoniza Harrison Ford, como Indiana Jones.

Nota;
Este primer capítulo, de una serie de aventuras, trabajo, variedad de episodios, algunos simpáticos, otros casi.....trágicos, pero de la vida real, se continuarán escribiendo y redactando, gracias al veterano y gran periodista y amigo Miguel Arango Devia.

Tomado de la cuenta Facebook: Mauricio Quijano Rico.


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