miércoles, 29 de julio de 2020

POTRO CHUSMERO

Guadalupe Salcedo montando a Potro Chusmero.

Potro chusmero.

Muy conocida y hasta familiar es a muchos viejos llaneros una fotografía de Guadalupe Salcedo montado en un caballo rucio, pero la mayoria desconocen la historia y el nombre de dicho ejemplar. Esta es la historia contada por el oficial del Ejército (r) del arma de Caballería Carlos Eduardo Cortes y Ahumada, quien fuera segundo comandante del puesto militar de Guanapalo en los meses anteriores a la fundación de San Luis de Palenque.

"LA VERDADERA HISTORIA DEL POTRO CHUSMERO".

Dentro del relato serio y ponderado de una historia, pueden caber hechos insignificantes que no por ello pueden olvidarse. Al hablar de "cargas de caballeria", combates y jinetes, forzosamente debemos mencionar los caballos. Este noble animal a través de la historia de la humanidad ha figurado con ella para conquistar el mundo.

El protagonista de este episodio nos desconcertó al poner en juego su vivaz inteligencia y casi pudieramos decir "sus sentimientos". Cuando se produjo "el encuentro de La Mulas" montabamos un caballo llanero, rucio, dócil pero fogoso que sobresalía, por que lucía un bonito apero y que fue requisicionado junto con los demás, bastante numerosos que en su huida abandonó la guerrilla de Maporal.
Su dueño tendría que haber sido uno de los jefes de dicha partida. Sin vacilar, muy contentos lo tomamos a nuestro servicio y empezamos a montarlo a diario.
Aquí muy en nuestra contra tendría que aplicar el sabio estribillo que dice: "una cosa piensa el b.....y otra el que lo está enjalmando".

Tte. Carlos Eduardo Cortes Ahumada montando a Potro Chusmero.
Pues bien: al producirse las primeras descargas de parte y parte, la guerrilla se encontraba en ancho frente a la plena sabana; desmontamos y apresuradamente entregamos el caballo al respectivo soldado (conductor), que sujetando otros quedó en la retaguardia. Más adelante en pleno combate, de improviso vimos al potro de nuestros desvelos proyectarse hacia adelante como un dardo y sin importarle que se colocaba perfectamente entre dos fuegos, se dirigió en línea recta al frente guerrillero donde seguramente estaba su viejo amigo y dueño. Hay que anotar que fue el unico que de un fuerte cabezazo se libero de la mano del soldado que lo sujetaba.

La verdad como se supondrá es que jamás volvimos a verlo, aunque hoy justificamos su "deserción" y nos arrepentimos de haberle gritado a voz en cuello improperios.

Es que la LEALTAD es mas propia de ciertos animales que de los hombres.
"El Potro Chusmero" era del jefe de la revolución. Lo adivinó en "la orilla opuesta"
y muy campante volvió grupas, dejando con los crespos hechos a quien orgullosamente presumía de ser su nuevo dueño, y sin dudarlo como ocurrió esta vez, volvería a conducirlo posteriormente en otra carga contra su amo y sus propios congéneres guerrilleros.

(Tomado de la obra: "Desde la Orilla opuesta". Carlos Eduardo Cortes y Ahumada, pag.155,156).


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