viernes, 31 de julio de 2020

AEROTRANSPORTES CASANARE S.A. – AEROTACA



AEROTRANSPORTES CASANARE S.A. – AEROTACA

 Hoy queremos hacer un homenaje a una empresa que fue orgullo de los Casanareños.

Texto y fotografias logeadas, aviacol.net

https://www.aviacol.net/aerolineas-desaparecidas/aerotransportes-casanare-sa-aerotaca.html

Otras fotografías: Créditos a sus autores y diferentes grupos de aviación.

Reseña histórica

El hacendado Omar Díaz junto con otros ganaderos amigos fundaron a finales de 1965 en la población de El Yopal la compañía que se denominó Aerotaxi Casanare S.A. AEROTACA. Mediante la Resolución 0413 de 1966, la Aeronáutica Civil formalizó la personería jurídica de la compañía, con la cual se le autorizaba la iniciación de operaciones. La idea era utilizar los aviones de los asociados para servir las necesidades de sus hatos. Con la adquisición de los primeros Cessna 206, Aerotaca pronto se convirtió en la única compañía que servía el amplio territorio de la Intendencia del Casanare. Mas adelante, los hermanos Alejandro y Gregorio Salamanca Salgado compraron la compañía con el fin de establecer servicios no regulares en toda la extensión de los Llanos Orientales. Pronto se adecuó el barcito que operaba en las instalaciones del modesto aeropuerto de El Yopal; “La Ultima Lágrima”, como se llamaba, era de propiedad del Mono Velez y de doña Evelia, quienes lo habilitaron como despacho y bodega de la compañía.

Bajo la gerencia del Coronel Alejandro Salamanca, se construyeron las instalaciones propias en El Yopal para atender a los pasajeros y dar mantenimiento a sus propios aviones. Desde el pequeño aeropuerto de esa población, decidieron ganar nueva clientela entre los ganaderos de la región ofreciendo toda clase de servicios especiales: trayectos de compensación, compras de mercados, lo cual se hacía vía radioteléfono, envío de provisiones, pago de deudas y suministros varios.

Durante el gobierno del Presidente Carlos Lleras Restrepo, y bajo el liderazgo de Antonio e Isabel Urdaneta y de Héctor Gálvez, se estableció la planta de ensamblaje de aviones Cessna, Aviones de Colombia localizada en el aeropuerto de Guaymaral, cerca de Bogotá. Aerotaca se convirtió en uno de los principales clientes de la naciente industria y adquirió varios modelos Cessna 206.

Hangares y aviones Aerotaca en el aeropuerto "La ultima lagrima" de Yopal, años setenta. Fotografía, Créditos Cap. Mauricio Quijano Rico. 

Desde el principio de la compañía se escogió como símbolo, un simpático personaje, orgulloso con su sombrero llanero sobre una alfombra voladora. De allí surgió el lema de “Aerotaca, Alfombra Mágica sobre el Llano”.

El Capitán Salamanca, al mando del Cessna 206 de Aerotaca, el HK-1226, se hizo presente en todo el Llano. La compañía empezó a crecer de la mano del desarrollo de la población de El Yopal. Se inauguraron nuevas pistas, se patrocinaron ferias y fiestas, se auxiliaron a los pobres, heridos y enfermos. Así surgió la pequeña aerolínea que se hizo con la Intendencia del Casanare y así esperaba confiablemente en un crecimiento continuado. En 1975 se creo la Intendencia del Casanare como territorio segregado del inmenso Departamento de Boyaca. Su capital, El Yopal, se convirtió en el polo de desarrollo económico de la nueva entidad territorial.

Hermanas de la presentación descienden de un Cessna 206 en la pista de San Luis de Palenque, años ochenta. Fotografía, Créditos a su autor.

Como era la costumbre en aquella época, la compañía ofrecía su nombre e instalaciones para que propietarios de pequeñas aeronaves Cessna y Piper las afiliaran a Aerotaca para poderlas operar comercialmente siguiendo las normas vigentes. Es así como para el año de 1976, se contaba con una flota de seis Cessna 206, dos de las cuales eran propias (HK-1226 y HK-1827) y dos Piper, uno modelo PA-32 y uno modelo PA-28. Así continuo varios años operando bajo la modalidad de Transporte Comercial de Taxi Aéreo.

La explotación petrolera en la región del Casanare comenzó a dar frutos cuando a finales de los 80 se dio la producción de los campos de Cusiana y Cupiagua, que hoy en día son los mayores del país. A raíz de este acontecimiento la capital del Casanare tuvo un gran crecimiento económico y un aumento considerable en su población.



Para ese entonces se adquirieron varias unidades adicionales Cessna 206, un avión Beechcraft C-90 King Air para 8 pasajeros y un Cessna 404 Titán con capacidad para 10 pasajeros y se modificó el permiso de operación de la compañía a la modalidad de Transporte Aéreo Secundario de Pasajeros y Carga. Así se esperaba empezar a competir en el mercado nacional de aviación aprovechando el crecimiento de la ciudad de Yopal.

Aerotaca también adquirió los primeros DHC Twin Otter con capacidad para 20 pasajeros de la aerolínea ACES. El HK-2759 y el HK-2760 entraron en operación con la compañía en la primera mitad de 1989. Con estos aviones se esperaba participar en el mercado secundario operando desde Bogotá y Bucaramanga a diferentes regiones del país además del Casanare como lo eran las regiones del Magdalena Medio y los Santanderes.

Avion Piper Cherokee Six propiedad de el Cap. Mauricio Quijano Rico, afiliado a Aerotaca. Incidente ocurrido en una pista cerca a la Hermosa, Casanare. Fotografía, Créditos Cap. Mauricio Quijano Rico. 

Se adquirió una nueva unidad a la compañía Intercontinental de Aviación, pero desafortunadamente, el HK-2486 sufrió un accidente fatal el día 11 de Junio de 1989. El avión cumplía un vuelo regular entre Bogotá, Yopal, Tame, Saravena y Bucaramanga. Luego de una corta escala en Yopal, continuó su rumbo a Tame, pero por motivos de mal tiempo en la ruta tuvo que desviarse hacia Saravena. Ante la imposibilidad de aterrizar allí, trató de regresar, pero a la altura de la vereda Caribabare, a 24 kilómetros de Tame, se accidentó. El avión con 18 personas a bordo incluyendo la tripulación, quedo totalmente destrozado. Seis personas perdieron la vida, y el resto sufrió heridas de consideración. Entre los fallecidos se encontraban el conocido compositor musical Arnulfo Briceño y la directora ejecutiva del TPB, Patricia Quintero, que eran parte de la comitiva e invitados de Ecopetrol a las celebraciones de los 170 años de la Campaña Libertadora, que se llevarían a cabo en la ciudad de Tame.



Siendo Gerente General de la compañía Mauricio Hoyos Perea, se inició el plan de reemplazar el equipo y ampliar la capacidad operativa. La sede operacional de la compañía se había trasladado al aeropuerto internacional de Eldorado en Bogotá, específicamente al Interior 7 en la Entrada 2. Así mismo, la razón social se cambio de Aerotaxi Casanare S.A. a Aerotransportes Casanare S.A. acorde con los nuevos retos a los que se enfrentaría.

En marzo de 1992 la Aeronáutica Civil, siguiendo las políticas de apertura aérea, autorizó a Aerotaca la entrada a los aeropuertos de Ibagué, Neiva, Florencia, Arauca, Mitú y La Pedrera. Claramente esta decisión afectó los intereses de la aerolínea regional AIRES, quienes hasta entonces mantenían el monopolio y supremacía en los mercados del Tolima, Huila y Caquetá. Al mismo tiempo, la Aeronáutica Civil autorizó a AIRES la entrada a los aeropuertos de Yopal y Tame, que estaban en el territorio de Aerotaca. Fue así como comenzó una guerra de intereses entre las dos compañías para mantener sus mercados. Aerotaca pronto se retiró de Ibagué, Neiva y Florencia, mientras que AIRES aumento sus frecuencias a Yopal.



El 16 de Mayo de 1992 cuando el Twin Otter HK-2759 con 13 pasajeros y tres tripulantes cumplía un vuelo entre Bogotá, Yopal, Saravena y Bucaramanga fue secuestrado por tres individuos armados. Luego de despegar de Yopal el avión fue obligado a aterrizar en cercanías de Fortul, donde liberaron a seis pasajeros. Entre los pasajeros se encontraban tres miembros de las fuerzas armadas, quienes fueron asesinados por los secuestradores. El avión fue obligado a despegar nuevamente para dirigirse a una pista localizada a 18 kilómetros de Puerto Rondón. La tripulación estuvo retenida por los subversivos casi un mes. Mientras tanto, Aerotaca decidió suspender todos sus servicios a los Llanos Orientales mientras no se liberaran los secuestrados y se dieran las condiciones de seguridad para seguir operando, sin poner en riesgo la integridad de sus pilotos, pasajeros y aeronaves.


Desafortunadamente, otro Twin Otter, el HK-2759 se estrelló el 6 de junio de 1993 a escasos 5 kilómetros del aeropuerto El Alcaraván de Yopal en las inmediaciones del río Charte. El avión que provenía de Bogotá y transportaba carga, se estrelló contra un cerro envuelto en neblina a 3000 pies de altura. Los dos tripulantes, el Capitán Luis Alejandro Salamanca (hijo del dueño de la compañía) y el copiloto Cesar León, perecieron en el siniestro.

Se comenzaron a evaluar varios equipos turbohélice de mayor capacidad, entre ellos el Convair 580 para apoyar las operaciones de los versátiles Twin Otter. Como resultado de los estudios realizados, en agosto de 1993 se adquirió un Fairchild F-227D. Este avión de fabricación norteamericana había servido como avión ejecutivo de la empresa TEXACO en Colombia y contaba con un interior de lujo con capacidad para 38 pasajeros. Con este avión, el HK-1411, Aerotaca estableció servicios regulares desde Bogotá a Bucaramanga y aumentó la capacidad ofrecida a Yopal.



A raíz del crecimiento de los pozos petroleros en la región, fue necesaria la ampliación de la pista del aeropuerto El Alcaraván para recibir aviones de gran tamaño. Es así como la empresa de petróleos BP Exploration, financió la ampliación y pavimentación de la pista para llegar a 2.246 metros de longitud, con una bahía de espera capaz de recibir los gigantescos Antonov 124, que llevaron hasta Yopal los equipos pesados, tuberías y elementos necesarios para la puesta en producción de los pozos petroleros.

Luego del fallecimiento de su hijo, el Coronel Salamanca quien se desempeñaba como Asesor de la Gerencia decidió retirarse de la aerolínea. Para 1994, se había cambiado la estrategia comercial y se decidió ampliar la base de operación de Bucaramanga y alimentada por el vuelo de Bogotá, se operaban servicios regulares a diferentes ciudades como Cimitarra, Puerto Berrio, Aguachica, Sabana de Torres, Santa Rosa del Sur de Bolívar, Málaga, Saravena, Tame, Yopal, Sogamoso, Tauramena, Paz de Ariporo, Villanueva y San Gil. Además se ofrecían con gran aceptación entre el público el servicio de remesas, giros y encomiendas, además de vuelos no regulares o chárter.


Siendo Gerente General de la compañía Rafael Urdaneta, se adquiere en septiembre de 1996 el primer Saab 340, el HK-4088X con capacidad para 34 pasajeros para reemplazar el Fairchild F-227. Este avión de fabricación sueca representaba la tecnología de punta del momento en aviones para servicios regionales y fueron promocionados por ser más silenciosos, cómodos y seguros. Con estos modernos aviones se llegó a operar hasta cinco frecuencias diarias entre Bogotá y Yopal, además de un servicio directo tres veces por semana desde Bogotá a Villanueva, Meta. El segundo Saab 340, HK-4115X llegó al país en septiembre de 1997 para reforzar la flota de Aerotaca.


Después de cinco años de suspensión, en febrero de 1998 se reiniciaron los servicios entre Bogotá e Ibagué con tres frecuencias diarias con el fin de participar en el creciente mercado dominado nuevamente por AIRES. De igual manera se iniciaron los vuelos directos entre Bogotá y Villavicencio. Para entonces, la Aeronáutica Civil anunció la reinauguración del aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla de la ciudad de Tunja. Aerotaca demostró su interés en iniciar servicios regulares desde Bogotá a la capital del departamento de Boyacá, lo mismo que servicios desde Tunja a Yopal y Bucaramanga, sin embargo estos planes nunca se materializaron.

Otro siniestro aéreo enlutó a Aerotaca cuando el HK-2760 se accidentó mientras cumplía un vuelo entre Bucaramanga y Málaga el 8 de abril de 1999. La aeronave al estaba al mando del Capitán Alberto Maldonado y el copiloto Francisco Rojas, quienes fallecieron junto con los tres pasajeros. En medio de una fuerte lluvia y neblina, el avión se estrello contra el cerro La Carbonera en las cercanías de la localidad de Molagavita en la ruta de aproximación al aeropuerto de Málaga.


Los aviones Saab 340 fueron devueltos a los arrendadores a finales de 1999 y en su reemplazo se adquirieron en Noviembre de 1999, los primeros Beechcraft B 1900 C con capacidad para 19 pasajeros, los cuales recibieron la matrícula HK-4200X y HK-4203X.

Para el año 2000 se operaban servicios regulares desde Bogotá a Arauca, El Yopal, Corozal, y San José del Guaviare. Desde Bucaramanga se eliminaron algunas rutas, pero se mantuvieron las rutas a Yopal, Málaga, Santa Rosa del Sur de Bolívar, Saravena y Sogamoso y se adicionaron Arauca y Cúcuta en el cuadro de rutas.

El 16 de febrero del 2000, un prisionero acompañado de dos inspectores del INPEC, que era trasladado de Bucaramanga a Cúcuta en un vuelo regular, armado con un cuchillo logró intimidar al piloto y secuestrar la aeronave que llevaba un total 19 pasajeros y dos tripulantes. El avión fue desviado de su ruta y aterrizó sin novedad en una pista en la localidad de El Tornillo, cerca de Aguachica, Cesar. Allí, el reo huyó en compañía de uno de los inspectores, ante la mirada de los aterrorizados pasajeros. Poco después, el avión regresó al aeropuerto de Bucaramanga sin novedad.

Después de una suspensión estratégica de operaciones de varios meses, Aerotaca retomó algunos de sus servicios el 15 de septiembre del 2003. Aerotaca firmo un contrato de soporte técnico con la aerolínea venezolana AVIOR, la tercera aerolínea del vecino país. En esa fecha tuvo lugar el vuelo Bogotá-Yopal con el avión Beechcraft B-1900 C. A esa ruta que tenía tres frecuencias diarias se agrego la ruta de Bogotá a San José del Guaviare con dos frecuencias diarias. Con la llegada del tercer avión en octubre de ese año, el YV-406C, se proponían retomar las rutas a Bucaramanga, Sogamoso, Arauca, Saravena, Cúcuta y Medellín, restableciendo los ejes de operaciones en Bucaramanga y Yopal. Para finales de ese año llegaría un tercer avión con el cual se proponían solicitar a la Aeronáutica Civil la adjudicación de varias rutas regionales recientemente abandonadas por ACES que había entrado en liquidación. Aerotaca buscaba la novedad de implementar el tiquete electrónico, ventas a través de su página web y las características que se conocen como una operación bajo el modelo de bajo costo, siendo la pionera en el país en esa modalidad. El plan estratégico era el de llegar a contar con 11 aeronaves y cubrir el territorio nacional.

Los socios de la compañía llegaron a la decisión de suspender las operaciones a finales del 2006, después de haber solicitado acogerse a la ley de restructuración ante la Superintendencia de Sociedades, ante la imposibilidad de mantener la solidez financiera de la compañía.

Así concluye la historia de Aerotaca con cuarenta años de superación, crecimiento e infortunio, donde se presentaron varios accidentes aéreos, secuestros y situaciones de mercado que llevaron finalmente a la quiebra de la compañía. 

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