TROCHANDO VIVENCIAS
FIESTAS EN MI PUEBLO. ( Yopal)
Para la segunda semana de diciembre se celebran las fiestas en Yopal en el Casanare, bello pueblo llanero en la costa del rio Cravo a la pata del cerro El Venado, con la frescura de los apacibles aires frios de la serranía que bajan con el rio y forman torbellinos con los altaneros brisotes que barajustados vienen trayendo el aroma del espinito y mastranto de la sabana.
En los pueblos llanero son muy tradicionales las fiesta donde el baile en la caseta de palma con las reinas, con un carácter de beneficiencia y generosidad para recoger fondos para alguna obra social, así se hicieron los primeros andenes y bancas del parque principal siendo alcalde Julio "Topocho" Vargas, cuando los dueños de hato salian a estas fiestas , como don Calixto Zambrano ( abuelo de Diana y Liney Delgado) dueño de Maporal y donaba un maute para bailar con la reina y que la orquesta le tocara Tierra negra..
Las mujeres más queridas del pueblo eran privilegiadas con este honor de ser reinas como Olga Leal, Beatriz Vela, Herminia Vargas, Judit Riveros, Constanza Chaparro entre las muchas mujeres bonitas de mi pueblo. No puedo dejar de recordar a mi única reina de Yopal, mi querida Madre Empera.
Hija de Jose Niño y Adelia Garzon mis abuelos, que tenían el almacén Yopal en la pepa del parque al lado de la Iglesia, una vez a la Curia se le ocurrió construir el hotel Iximena al lado abajo de la Iglesia y suspendieron las campanas para no incomodar a sus huéspedes en las primeras horas de la mañana, esa día si vi a todas las Mayoras del pueblo peliparadas con el Cura, porque no permitían que suspendieran el toque de las campanas, que suenan con una constancia y precisión que se vuelven un señal imprescindible en el coordinar diario en un pueblo pequeño.
Me estaba desgaritando del camino pero aquí vuelvo por donde les venía contando, en esa época no había coleo pero si carrera de caballo criollos paleros, en la pista del aeropuerto y con apuestas entre los asistentes, los traíamos caminando desde las mismas fincas, esos caballos gordos que el cuajo les sonaba y espumaba botaban por debajo del sudadero,buenas esa competencia con los caballos matepantaneros, donde los jinetes eran los muchachos más flacos y bien pequeños, pero eso si bien llanero para envarillar un caballo en fiestas en mi pueblo.
Se llenaba las calles alrededor del parque con toldos de comida y mercachifles, me acuerdo de la vara engrasada con ollas y juguetes en la punta, tenía uno que pagar para poder intentar encaramarse, una vez llego un avispado con costales entre las piernas para no resbalarse si más que corona pero el totazo cuando se resbalo si que fue duro, otro juego que no se me olvidara, era un carrusel con un palo parado, derechito y bien alto, en unas tabla colgada con manilas para sentarse. En la pata del palo se le hacía un molinete, el cual empujábamos varios para hacerlo girar y cogiera velocidad, los que ayudábamos a darle vuelta a ese palo nos dejaban montar gratis al final.
En el Parque se arrochelaban toda esa muchachadas a disfrutar de eventos, como los que se disfrazaban de diablos que con bombas hechas de vejigas de ganado, corrían a los chinos que llegaban del campo, yo les tenía miedo, hubiera sabido que eran el Juan y Pinta Miranda, el Juan y Pablo Rivera y otros muchachos, ellos si eran del pueblo y uno criollito que no la sacaban sino a fiestas, de segurito me les tranco a la pelea, porque se lo juro que otra vez no me vuelven a correr.
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42Harold Mesa Mesa, Arialdo Chaquea Jaspe y 40 personas más
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