Para ser un llanero íntegro, se debe tener capacidad y experiencia para desempeñar una buena cantidad de labores que el llanero realiza a diario realiza o realizaba en la sabana. Faculto viene de facultad y no de improvisar. Para ser Llanero Faculto se deben tener muchas virtudes y cualidades que se logran en la acción, después de muchos años de briega. Pocos llaneros puede obstentar ese título de Faculto. Con el tiempo, esta especie de paladín, de héroe criollo, será más escaso para la vista de quienes amamos, conocemos o estudiamos el Llano, porque la modernidad hizo que hoy todo sea más fácil y que muchas prácticas, labores o faenas llaneras hayan desaparecido.
Los llaneros facultos entran en decadencia sobre todo por la aparición de las carreteras y por consiguiente entrara en desuso las famosas ganaderías , labor que consistían en trasladar 300 o 400 toros por las sábanas desde Arauca, Casanare a Villavicencio. Jornadas de dos o tres semanas de a caballo, trochando la sabana, enfrentando retos y peligros, con oficios como caporales, caballiceros, punteros, cabresteros, orejeros, culateros y chocoteros. Era una empresa y una familia que compartía ese tiempo en medio de vivencias, adversidades, cuentos, historias y cultura de por medio, aspectos de arraigo y abolengo que ya hoy no se ven.
Tener buen caballo con el debido cuidado al ejemplar; saber aperar y desaperar de manera correcta; hacer un nudo adecuado para un menester especial; nadar en caños y ríos teniendo intuición para quedar bien puesto al lado del caballo en el cruce peligroso; saber colear al natural y salir bien librado; saber torear o jaripear cuando la ocasión lo requiere;saber cantarle al ganado en la travesía o en la noche de sueño a la manada; silvar o japear( gritos propios del Llano) de manera adecuada para la ocasión; saber sacrificar una res malograda en sus extremidades por la travesía; saber salar, enchuzar y asar la carne; en los parrandos llaneros cantar, contrapuntear, entonar una bamba, relatar un poema, bailar; en fin, son muchas las labores que salían en estás cruzadas dónde toro, caballo, jinete, sombrero, cuchillo, cuatro, maracas , sabana, peligro y alegría se juntaban.
Los Llaneros Facultos que hoy viven son de la cuarta generación de esa especie y son de septagenarios para arriba y la mayoría están en uso de buen retiro. Miran en lontananza lo que fue su juventud, sus proezas, sus logros y fracasos. Poco son vistos y escuchados a más de la familia que los mira. Muchos ya están entre cuatro muros en las ciudades. Son leyendas vivas que Carlos Reina, periodista y cultor, en cada diciembre y desde hace 13 años trata de reunirlos para que compartan, relaten sus andanzas y sabiduría y hacerles un pequeño reconocimiento. Este evento del Llanero Faculto es una acción social y humanista a la memoria, a ese Llano de antaño, a ese Llano que ya no volverá. Por eso tiene mucha autoridad un Llanero Faculto cuando dice con la cabeza alta y el cuerpo altivo: " ¡ Ah Llano cuando era Llano!.
Para: Beyer Pacheco, gracias por sus aportes al Llanero Faculto.
Tomado de la cuenta Facebook: Juan de la Rosa Grimaldos.
Fotografía: Pantallazo tomado del video de Casanare News, entrevista a Don Fernando Wilches, galardonado como el "Llanero Faculto" año 2023, evento celebrado en la finca "Matevijao" del periodista Carlos Reina.
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