lunes, 20 de septiembre de 2021

ENCUENTRO MAYOR SILVA, GUADALUPE SALCEDO, LA ALGELEREÑA, MANI, CASANARE (1953).

Recopilación e investigación: Julian Eduardo Arias (Facebook)

Fotografías: Fuente anónimo, Universidad del Valle.

Coloreado fotografías: Walter Castillo – MyHeritage.

Encuentro de la comisión al mando del mayor Hernan Padilla Silva con  Guadalupe Salcedo, en el campamento guerrillero ubicado en el Hato La Angelereña, Mani, Casanare, el 17 de Agosto de 1953, donde se hallaba acompañado de unos doscientos guerrilleros. La comisión entraba por primera vez a un campamento guerrillero


La comisión a ordenes de Hernán Padilla Silva entraba por primera vez a un campamento guerrillero arribando a La Algelereña, donde ubican a José Guadalupe Salcedo y cerca de doscientos guerrilleros. En la fotografía Guadalupe Salcedo y los militares de la comisión han regresado a la base aérea de Apiay. De izquierda a derecha: Mayor Hernán Padilla Silva, subteniente piloto Luis C. Muñoz, José Guadalupe Salcedo, guerrillero Jorge González Olmos, doctor Renán Leguizamón, Coronel Olivo Torres. Fechada para el 17 de agosto de 1953.

Fuente: Anónimo. (1953-08-17.). Encuentro-mayor Silva, Guadalupe Salcedo, La Angelereña, Casanare, foto 15, 1953. Universidad del Valle 


Foto de cuerpo completo, de izquierda a derecha: con el torso desnudo el teniente guerrillero Jorge Agudelo, teniente del ejército Isauro Cuellar, doctor Renán Leguizamón, guerrillero Jorge Enrique González Olmos y atrás el Mayor Hernán Padilla Silva. La comisión esperaba reunirse con Guadalupe Salcedo para informarle sobre lo acontecido en la conferencia de Puerto Carreño. Fechada para el 17 de Agosto de 1953.
Fuente: Anónimo. (1953-08-17.). : Encuentro-mayor Silva, Guadalupe Salcedo, La Angelereña, Casanare, foto 5, 1953. Universidad del Valle.


Foto de cuerpo completo, de izquierda a derecha: con el torso desnudo el teniente guerrillero Jorge Agudelo y el Mayor Hernán Padilla Silva en el paso del Caño Dumagua. La comisión esperaba reunirse con Guadalupe Salcedo para informarle sobre lo acontecido en la conferencia de Puerto Carreño. Fechada para el 17 de agosto de 1953.
Fuente: Anónimo. (1953-08-17.). Encuentro-mayor Silva, Guadalupe Salcedo, La Angelereña, Casanare, foto 6, 1953. Universidad del Valle. 



En la fotografía la comisión arriba al campamento guerrillero de La Algelereña, donde ubican a José Guadalupe Salcedo y cerca de doscientos guerrilleros. Miembros de la comisión y guerrilleros de frente a la cámara. Guadalupe Salcedo destaca entre el doctor Leguizamón (chaqueta negra) y el mayor Hernán padilla Silva. Fechada para el 17 de agosto de 1953.
Fuente: Anónimo. (1953-08-17.). Encuentro-mayor Silva, Guadalupe Salcedo, La Algelereña, Casanare, foto 7, 1953. Universidad del Valle.


En la fotografía la comisión arriba al campamento guerrillero de La Algelereña, donde ubican a José Guadalupe Salcedo y cerca de doscientos guerrilleros. En la fotografía de izquierda a derecha: Teniente Isauro Cuellar, del Batallón Vargas. Guerrillero Jorge González Olmos, en el centro José Guadalupe Salcedo, mayor Hernán Padilla y el doctor Renán Leguizamón. La comisión esperaba convencer a Guadalupe Salcedo para que se trasladara a Apiay y Monterrey sin espera. Fechada para el 17 de Agosto de 1953.
Fuente: Anónimo. (1953-08-17.). Encuentro-mayor Silva, Guadalupe Salcedo, La Angelereña, Casanare, foto 8, 1953. Universidad del Valle.


La comisión a ordenes de Hernán Padilla Silva entraba por primera vez a un campamento guerrillero arribando a La Algelereña, donde ubican a José Guadalupe Salcedo y cerca de doscientos guerrilleros. En la fotografía destaca un grupo de guerrilleros formados en La Algelereña, todos al mando de José Guadalupe Salcedo. Fechada el 17 de agosto de 1953.
Fuente: Anónimo. (1953-08-17.). Encuentro-mayor Silva, Guadalupe Salcedo, La Angelereña, Casanare, foto 9, 1953. Universidad del Valle.


En la fotografía se destaca el comandante guerrillero José Guadalupe Salcedo rodeado por su familia, a su izquierda su compañera, y a la derecha la madre con uno de sus hijos en brazo. En último lugar, a la derecha, Lucilla Toro con (revolver y sombrero). Fechada para el 17 de agosto de 1953.
Fuente: Anónimo. (1953-08-17.). Encuentro-mayor Silva, Guadalupe Salcedo, La Angelereña, Casanare, foto 12, 1953. Universidad del Valle


En la fotografía destaca en el centro el teniente Luis C. Muñoz rodeado de mujeres guerrilleras y niños, dentro de las cuales, en segundo lugar de izquierda a derecha se encuentra Lucilla Toro. Este teniente posteriormente se perdió en el Beaver 107, entre Yopal y Sogamoso. Fechada para el 17 de agosto de 1953.
Fuente: Anónimo. (1953-08-17.). Encuentro-mayor Silva, Guadalupe Salcedo, La Angelereña, Casanare, foto 13, 1953. Universidad del Valle.




En la fotografía los guerrilleros y el Doctor Leguizamón conferencian en privado, este último debía convencerlos de no esperar la llegada del comandante guerrillero Eduardo Franco desde Venezuela (Puerto Páez), para trasladarse a Apiay y Monterrey. En la fotografía de izquierda a derecha: comandantes guerrilleros Jorge Agudelo, Marco Antonio Torres, Doctor Renán Leguizamón, comandantes guerrilleros Jorge González Olmos, Guadalupe Salcedo, Alfonso Guerrero y Eliseo Sánchez (Alias Pelirroja). Fechada para el 17 de agosto de 1953.
Fuente: Anónimo. (1953-08-17.). Encuentro-mayor Silva, Guadalupe Salcedo, La Angelereña, Casanare, foto 14, 1953. Universidad del Valle.


En la pista del hato, de izquierda a derecha está el doctor Renán Leguizamón de la Dirección Nacional Liberal, coronel Olivo Torres, listos para regresar a la base de Apiay. Esta foto supone la vuelta a la base de Apiay tras la reunión con Guadalupe Salcedo en la cual se esperaba informarle sobre la conferencia sostenida en Puerto Carreño.
Fuente: Anónimo. (1953-08-17.). Encuentro mayor Silva, Guadalupe Salcedo, La Angelereña, Casanare, foto 2, 1953. Universidad del Valle.



Dueños del Hato La Algelereña. Fotografía, Créditos, Julian Eduardo Arias (Facebook),





domingo, 19 de septiembre de 2021

TROCHANDO VIVENCIAS - MUJERES CRIOLLAS "EMPERATRIZ NIÑO DE RIVERA".

MUJERES CRIOLLAS.

Javier Alfonso Rivera Niño



Para mi progenitora, mujer de a caballo, vaya este recuerdo el día de la Madre,
Emperatriz Niño de Rivera.
Nos manda el viejo un día domingo, a los dos hacer mercado para la semana, dos horas bien trochadas por la costa de Cravo, ella en su caballo castaño andan y yo en mi alazano careto regalo de mi padrino el mayor Garrido.
Cogíamos por la costa de Cravo, desde la piña de mango de los Galan, Mexico, Guadalajara, pasaba uno la mata del miedo, donde en la violencia los chulavitas colgaban liberales de una rama de un guaimaro y que de noche asustaba a mas de un borracho que le cogía la noche regresando para su finca, cosa tan curiosa sitio donde queda ahora la Estación de Policía en la salida para Sirivana.
Ya en el pueblo entrando por la calle de las puñaladas, donde la pelea entre soldados y jornaleros era parte del domingo, se amarraban las bestias en la sombra debajo de un acacio en la tienda El Portugal y a la plaza de mercado que quedaba en el ahora parque la Estancia, a comprar el chilingo de carne que de las ramas de un totumo las presas colgaban, unos mazos de cebolla , una olleta y en un pollero; panela, pasta y café en pepa, una jira con papa , todo pegado al anca del caballo.


Al medio día devolvernos por las mismas, pero primero darles agua a las bestias en el río, una callejuela que había en minuto 90, que fue servidumbre hasta que se la robaron, era el bebedero, cogimos el camino a Matepantano, travesias por sabana abierta y que rendía más al no haber tanta piedra.
Ella adelante y yo atrás pajariando, cuando me doy cuenta que un billete de a peso que me había regalado lo había botado, me devolví, repase una y otra vez lo andando, no encontré mi peso.
Cada vez que me acuerdo Doña Empera, que si hubiera encontrado y invertido ese peso cuan rico sería hoy, aunque lo pobre que se siente mi alma por tu ausencia no tiene comparación.
"Caminante sin camino,
Resero sin una res,
Soledad que me cobija
Cuando negra la noche
parece que va llover
tu ausencia me arrincona.
Cuando extraño tu querer
Hace tiempo que te fuiste
Parece que fue ayer"


QUE VIVAN LAS MUJERES QUE CON SUS HIJOS Y SU TRABAJO FORJARON A EL CASANARE Y SOBRE TODO LA QUE ME PARIO, ALLÁ MISMITO EN LA COSTA DE CRAVO.
Ni crean que las he olvidado ABUELAS Adelia Garzón de Niño y Sibilina Rivera.
A veces cierro los ojos y mis recuerdos llenos de ausencia, se alzan y se esconden sobre la lejanías de un horizonte rayado por arreboles y se pierden en esa tierra plana del Casanare, que mientras uno no las olvide, estarán presente todas aquellas mujeres que ya partieron pa' estar mejor y que influyeron significativamente en mi paso por la vida como mi tías: Fanny Becerra de Ballesteros y Ninfa Niño de Perez.
Mireya Morales de Vela, Milucha Rios de Barragan, Ema de Chaparro, Flor de Martinez, Yolanda Rodriguez, Maria Zambrano de Delgado, Lucila de nuñez, Oliva de Valderrama, Lucila de Calderon, Rebeca Giraldo de Garrido, Gilma Martínez, Gilma Becerra, Ninon Niño, Mery Niño.
Por ultimo a todos mis amigos que tienen la Bendición de compartir todavía en vida este día con su Madre, no pierdan ocasión de manifestar muestra de protección, aprecio, gratitud, cariño, amor por ellas, porque después ya no hay tiempo pa' llorar,
Y ahí si como dijo Walter Silva "No hay como la MAMA de uno"

TRADICIONES - DON SOCORRO MARRERO (Video).

 


Recuerdos de este Caporal Casanareño que ya se marcho a las sabanas del cielo. YouTube ApasionateColombia.

CUENTO DOMINICAL- TRAGEDIA EN LA MANZANA ROJA

 



CUENTO DOMINICAL
TRAGEDIA EN LA MANZANA ROJA
*** Juan Carlos Niño Niño
Un gigantesco cuadro al óleo de una manzana roja con rostro de mujer, vigilaba con sus ojos inmensos azules, complaciente y seductora, tantas historias que se ventilaban en la discoteca del mismo nombre, en donde un puñado de adolescentes en los ochenta bailábamos "dame tu querer, que solo quiero enamorarte, no te quiero herir, solamente acariciarte". Los 8 de Colombia, porsupuesto.
El ambiente semioscuro, iluminado con la luz tímida de varios bombillos de veinte vatios, más las luces intermitentes de la discoteca, hacían aún más apasionante atreverse con pasos temblorosos a sacar bailar a las muchachas más bellas de Yopal, convirtiéndose en un verdadero triunfo el “si” de mujeres con apellidos tan emblemáticos, como los Vargas, Barragán, Fonseca, Pérez, Reina y Archila, en una época minada de formalidad y romanticismo, acorde con una población de sanas costumbres, inmersa en el sincretismo cultural, en donde la diferencias sociales desaparecían, y todos hacíamos parte de esa gran familia en el piedemonte llanero.
A las 10 de la noche, una aparición no tan repentina le daba un nuevo toque a la fiesta. Era Rupertino Suárez. Un individuo joven, con facciones duras y gruesas, ojos diminutos y extraviados, quien vestía camuflado y botas negras, más un casco blanco de seguridad, quien se acercaba lentamente al óleo de La Manzana Roja, para pedirle con devoción y respeto que esta vez lo ayudara en su inmediata y titánica tarea, en donde con gallardía y constancia intentaba sacar a bailar a cada una de las muchachas, con tan mala suerte que ninguna se le medía a tan bochornosa invitación, no tanto por la tremenda fealdad del individuo sino porque tiraba paso de manera torpe y brusca, que terminaba con propiciar sendos pisotones a la desprevenida y desafortunada dama.
Esta vez no fue la excepción. Ninguna le salió bailar. Lo intentó cuatro veces –una más de lo acostumbrado- pero el resultado fue tan desolador como siempre. Aunque casi lo logra. Entre tanta mano extendida, Magdalena Vargas –esa despampanante morena, con rostro de reina, hermana de Julio Topocho- se compadeció y estuvo a punto de tomar la mano del insistente caballero, si no es porque su amiga de al lado le sujetó la pierna y no la dejó parar, sin dejarla de ver con reproche y gritándole al oído –entre el estruendo de la música- que cómo se le ocurría semejante osadía, a lo que Rupertino intentó dos veces más, entusiasmado con la inicial intención de la Vargas, pero era demasiado tarde porque ella finalmente cedió a la mirada expectante y escandalizada de los demás asistentes.
Están muy duras, pero muy duras, estas mujeres, dijo para sí mientras de nuevo se acercaba al óleo de la Manzana Roja. Esta vez se sumergió con profundo odio en los inmensos ajos azules, vociferándole al oído un par de palabrotas por su indiferencia, y hasta estuvo a punto de mandarle su mediana linterna plateada, pero se detuvo al pensar que a la medianoche se apagarían las dos plantas diésel del pueblo, y sería muy difícil caminar entre la oscuridad y las calles destapadas, así que se la metió entre uno de los tantos bolsillos del camuflado y salió a toda prisa del lugar.
La Manzana Roja estaba en toda la esquina de la Calle 8 con Carrera 19, al frente de los billares “Paraguas Rojo”, a una cuadra del entonces Terminal de Transporte o el ahora Parque La Estancia, y a la misma distancia del Parque Principal, teniendo sobre esta calle establecimientos tan clásicos e imborrables en la memoria, como Hotel Dandy y la Camisería de los Velandia, desde donde también se oía la música bailable de otra discoteca, con un nombre tan pagano y tan tentador, que sin duda hacia sucumbir en el pecado a algunos mojigatos: “La Caldera del Diablo”.
Rupertino Suárez se disponía a desaparecer cuanto antes, sin dar tiempo a que algunos muchachos salieran de la Manzana Roja para molestarlo, pero de un momento a otro lo detuvo una inesperada riña callejera, que recién iniciaba un detective rural del DAS con un miembro de la familia Achagua –estaban antes tomando trago en la discoteca- a lo que pensó que a la hora de la verdad la noche no estaría tan aburrida ni tan frustrante, por lo que se le ocurrió pasar al andén de al frente –el del del Paraguas Rojo- para comprar una empanada en uno de los puestos tradicionales del sector, con el fin de poderla degustar mientras presenciaba a escasos metros la mencionada pelea.
El enfrentamiento estaba en pleno furor, los dos hombres intercambiaban golpes de puño, pero poco a poco se veía que Achagua estaba dominando la contienda, hasta tal punto que obligaba constantemente al rural a retroceder por la carrera 19, mientras que Rupertino, sin dejar de comer su empanada, se apartaba a un lado para evitar que se estrellaran contra él, sin sospechar siquiera que el detective –en medio de la furia y ante la inminencia de la derrota- sacó su arma de dotación y disparó contra la humanidad de Achagua, quien milagrosamente alcanzó a esquivar el inesperado proyectil, con tan mala suerte que éste ingreso al maltrecho corazón de Rupertino, quien de inmediato se desplomó sobre la calle destapada, quedando tendido bocabajo y mirando el cielo estrellado con sus ojos diminutos y desorbitados, mientras su casco de seguridad blanco caía a unos cuentos metros.
El estruendo de un disparo era tan raro en esta población del piedemonte, que los muchachos y muchachas salieron inmediatamente de la Manzana Roja, para observar con estupor y casi con cargo de conciencia la trágica escena, que los dejó paralizados y sin saber que hacer, en donde solo Magdalena Vargas reaccionó para acercarse al occiso y con suma ternura cerrar los ojos de Rupertino, sin dejar de mirar con enojo y reclamo a sus amigos, quienes evitaron minutos atrás que en un acto de compasión ella aceptara a bailar con él, lo que seguramente hubiera evitado que saliera tan rápido de la discoteca, y así impedir una de las muertes más absurdas que se recuerden en esta población del piedemonte.
Coletilla: Al interior de la discoteca, el óleo de la Manzana roja con rostro de mujer, dibujaba una leve pero sarcástica sonrisa, como si estuviera complacida por la consumación de su malévolo plan, que determinó cuando Rupertino se atrevió a pronunciarle al oído semejantes palabrotas.
No era para menos. Ese rostro lo pintó Julián Barrera -un extraordinario y avanzado artista- que correspondía a una mujer endiabladamente bella, quien no dudó en despreciarlo y en reiterarle que era el hombre más feo sobre la tierra, lo que muchos aseguran aceleró el ataque cardiaco que llevó a la muerte a Barrerita, teniendo un destino igualmente fatal al de Rupertino.
Esa versión fue desmentida varias veces por mi padre Julio Roberto Niño –quien estudió con Barrerita en la Escuela de Bellas Artes de Sogamoso- al asegurar muerto de la risa que esa imagen no estaba basada en el desamor de su amigo, sino que era la copia de una manzana roja con rostro de mujer, que casualmente Barrerita encontró en un aviso publicitario de una revista francesa.
FIN.
Yopal, domingo 11 de julio de 2021.

viernes, 17 de septiembre de 2021

COMO NACIO LA CARRETERA DEL CUSIANA - Mito? o realidad...



COMO NACIÓ LA CARRETERA DEL CUSIANA ?...

Entre los escritos que dejo el Coronel (r) Miguel Ángel Contreras Patiño, nos encontramos el siguiente sobre los orígenes de Yopal titulada CRONICA HISTORICA DE YOPAL, de la cual extractamos el siguiente fragmento, relacionado con el origen de la construcción de la carretera del Cusiana.
Fragmento:
“El Señor JUAN REINA natural y vecino de Sogamoso, viajaba frecuentemente a Casanare por la via Labranzagrande-Marroquin-Guayaque, como lo hacían aquellos Sogamoseños pioneros inalcanzables, descubridores y fundadores de la riqueza ganadera de los llanos Casanareños. Conocer JUAN de la muerte de JUAN NEPOMUCENO REINA de los llanos Casanareños. Conocedor JUAN REINA se hace pasar por el difunto y arrienda los terrenos a los campesinos que los habitan desde el año 1879 hasta su muerte ocurrida en Sogamoso entre los años 1896 a 1898, quedando como heredero su hijo HELIODORO REINA. Al estallar la guerra de los mil días, se alista en los Batallones de la Renovación: al término de la contienda, ostenta el grado de General: baja a Labranzagrande y a Marroquin para obligar a los campesinos que ocupan las tierras del resguardo de indios a pagar arriendos hasta el año de 1915.
Labranzagrande, por aquellos tiempos, era la población más importante del eje ganadero: Casanare-Labranzagrande-Sogamoso. En sus casonas nacieron las generaciones más distinguidas de la época: los Reyes Moreno, los Díaz Jiménez, los Gómez Vargas y muchas más que configuraron el catalogo social de la época, la vida de la localidad era activísima, marcaba la pauta en el renglón agrícola que abastecía Casanare y era centro de acopio ganadero.
En Labranzagrande se diseñaba la vida económica de gran parte de la región oriental de Colombia. Siendo alcalde de la localidad Don ESTEBAN MEDINA, el gobierno central ordeno una comisión de ingenieros para diseñar el trazado, que tomando como base el camino real del Cravo fuera la futura carretera para intercomunicar el llano de Casanare con el interior de Colombia.
Fue tal la euforia de los Labranceros, que para agasajar a los visitantes se organizó un baile de gala, en donde ellas y ellos lucieron los mejores vestidos, a más de lociones y perfumes de la elegante Francia de aquellos tiempos. Que de música, de arreglos, de comida; ningún detalle se pasó por alto y se inició la fiesta. En lo fino del jolgorio, cuando el alcohol iniciaba el desdoble de los asistentes, un ingeniero trato de diseñarle un camino equivocado a su pareja. Se formó la del Pantano de Vargas y Don Esteban Medina, para evitar desgracias, ordeno el encarcelamiento de la comisión. Se dice que los ingenieros resentidos por el encarcelamiento, al llegar a BadoHondo, condenaron la carretera por Labranzagrande y trazaron la del Cusiana”.
Cr. (r) Miguel Angel Contreras Patiño (q.e.p.d)

jueves, 16 de septiembre de 2021

EL LIQUI LIQUI. Historia y origen.


     


EL LIQUI LIQUI. Historia y origen.

Tomado de: Bitácora Venezuela (Facebook).
El liqui liqui, es el traje típico de los Llanos venezolanos y colombianos de corte recto y de cuello cerrado. Es el traje llanero por excelencia, tanto para trabajo como de gala. Siendo principalmente una prenda masculina, aunque ya se ha hecho versión femenina para varios certámenes de belleza.
Existen muchas versiones sobre su origen, pero el más apegado a la realidad histórica es, que su origen es asiático; fue traído desde la capitanía General de las Filipinas, antiguo territorio del imperio español y origen de las rutas comerciales marítimas durante la época española, a bordo del galeón de Manila, el cual hacia escala en México y luego de atravesar por tierra desde Acapulco, algún barco español en la época virreinal lo trajo desde Veracruz hasta las costas venezolanas; Veracruz era el principal puerto novohispano que comerciaba con la provincia de Venezuela.
Teniendo en cuenta que en 1785 la compañía Guipuzcoana de Caracas cesó para convertirse en la Real Compañía de las Filipinas, donde se empezó a exportar cacao venezolano a las islas Filipinas a través de la Nueva España e importar productos filipinos a los puertos de la Guaira y Puerto Cabello.
Los productos asiáticos que solían ser importados eran más que todo sedas, telas y porcelanas, por lo que no cabe duda de que algún traje filipino (de características muy similares al liqui liqui) pudiera llegar a través de la Real Compañía de las Filipinas y de ahí introducirse a la Capitanía General de Venezuela y luego a los llanos del virreinato de la Nueva Granada donde existía un fuerte intercambio económico entre las dos zonas.
El liqui liqui consta de chaqueta, pantalón y alpargatas. algunas partes se está confeccionando con vivos de distintos colores y usando como un traje común o de baile con alpargatas, entre los personajes famosos que lo han lucido tenemos a el colombiano Gabriel García Márquez o al venezolano Simón Diaz.


El 18 de marzo del 2017 es publicado en la Gaceta Oficial Extraordinaria Nro. 6289, el Decreto Presidencial Nro. 2760, en donde se declara el liqui liqui como traje nacional por ser símbolo representativo de la identidad venezolana.
Autor: Emilio Acosta.

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VIAJE AL PASADO. YOPAL AÑOS SESENTA.

 


VIAJE AL PASADO.
Hermosa diapositiva de Antología del parque principal de Yopal que ya habíamos publicado en su original sephia. Fotografía tomada al parecer finales de los años cincuenta o principios de los sesenta. En ella podemos apreciar las siguientes construcciones de izquierda a derecha: primera casa lo que hoy es el Banco Bogota. El lote vacío es el sitio donde construyeron el edificio de el almacén el Constructor, hoy Davivienda. La caja de Crédito agrario, hoy día edificio de la Dian y parcialmente cubierta por el arbol, la Alcaldía. La casa esquinera del fondo es donde hoy esta edificado el Banco Popular y la ultima casita al fondo es donde hoy esta la Notaria segunda. Al fondo el majestuoso cerro de el Venado. Por lo visto era un día festivo.
Fotografía, Créditos, Sixto Alberto Rivera (q.e.p.d), a través de su hijo Javier Rivera Niño.
Coloreado digitalmente MyHeritage, por Walter Castillo.

ENTREVISTA AL CAPITAN FREDY NICOLAS REYES.

Entrevista al Capitán Fredy Nicolás Reyes, hijo de el legendario aviador NICOLAS REYES MANOTAS "El Cóndor de los Llanos". YouTube.

MUERTE DE EFRAIN GONZALEZ "El siete colores".

 


MUERTE DE EFRAIN GONZALEZ "El siete colores".

Un poco de Historia Colombiana, un Robin Hood para unos y un criminal y asesino para otros... Sin embargo los hechos son hechos, según las noticias de la época y la tradición oral, su cadáver fue enterrado en Yopal (Casanare).
Las descripciones en la prensa colombiana del combate y muerte del bandolero alcanzaron tonos épicos y el editorial de El Tiempo se refirió a la “acción valiente, dedicada y eficiente de las fuerzas armadas”. El 9 de junio de 1965, informes de inteligencia ubicaron al bandolero conservador en la vivienda de la viuda de un suboficial del Ejército, en el barrio San José, al sur de la capital de la república.
El operativo final quedó inicialmente al mando del capitán Alirio Robayo Arévalo y se dispuso una tropa de 200 soldados de la Brigada de Institutos militares (BIM) para darle cacería. Se aseguró el sector, mientras una comisión al mando del mayor Vargas y el sargento Rubio quedó a cargo del allanamiento. Sobre las 14:30 de la tarde, 4 militares y un agente ingresaron a la casa de la familia Pinilla para ejecutar una primera inspección. Cuando interrogaban a los habitantes del lugar, uno de los hombres de la patrulla se acercó a una puerta de madera, detrás de la cual estaba González. En ese momento el bandolero, al sentirse descubierto, derribó la puerta y disparo una ráfaga sobre el detective, Jose Quirama. El resto de la patrulla cayó en el tiroteo o retrocedió a la calle, mientras el teniente Harold Bedoya, quedaba atrapado al interior de la edificación enfrentándose por espacio de una hora al bandolero. Desde la calle los soldados de la BIM abrieron fuego y trataron de ingresar a la casa pero fueron rechazados por el fuego nutrido de González, quien armado con una ametralladora Madsen con 1000 cartuchos de guerra, impidió el avance de las fuerzas oficiales.


Un cañón antiaéreo fue también movilizado para acabar con el criminal, pero este saltando hábilmente por las brechas y disparando desde todas las troneras abiertas, evito que se identificara su posición. El teniente Bedoya logró escapar por uno de los orificios abiertos y salió a la calle cerca de las 16:00 horas. No obstante, la dificultad de operar en un área poblada jugó a favor de González, quien causo nuevas bajas a las filas del Ejército en el nutrido intercambio de disparos que se prolongo dos horas más. Sobre las 18:00, la familia Pinilla, que daba refugio en su casa a González, se entregó aprovechando una breve interrupción en los combates. Para entonces el Coronel José Joaquín Matallana, comandante de la BIM y hábil estratega contra-guerrillero (responsable de la eliminación de Jacinto Cruz Usma(Sangrenegra), Teófilo Rojas Varón (Chispas) y de José William Ángel Aranguren (Desquite), además de la ocupación de Marquetalia el año anterior) había tomado el mando de la operación, y cerca de 1000 soldados adicionales habían cubierto el perímetro.
Más de 5000 cartuchos y 50 balas del cañón antiaéreo habían sido disparadas contra la improvisada trinchera del criminal. Una breve pausa permitió al Ejército enviar a Víctor Pinilla con un mensaje que pedía la rendición del temible bandolero, pero este respondió que solo se entregaría si se presentaba en el lugar María Eugenia Rojas, la hija del General Gustavo Rojas Pinilla. La propuesta fue denegada y se pidió su rendición incondicional. González no lo hizo. Así que sobre las 19:30 un grupo de gaseadores de la Policía militar lanzaron varios lacrimógenos al interior de la casa para hacer salir a Efrain González. Éste aprovechó el caos para escapar de la edificación armado con un revólver 38 largo, llevando su Madsen danesa ya descargada. Avanzó hacia un lote baldío, para desde allí alcanzar la muchedumbre que observaba el operativo y fundirse entre la multitud. Pero su presencia fue notada por los uniformados que custodiaban el perímetro. González empezó a disparar con su revólver sobre los soldados, y en seguida trato de abalanzarse sobre uno de los policías militares, José Bejarano, ya sea para desarmarlo o tomarlo como rehén. Este lo rechazo con un culatazo y luego abrió fuego impactándole tres veces; uno de los tiros, mortal, le dio en la quijada.
Eran los 20:05 minutos de la noche, 4 militares y 1 agente de inteligencia habían muerto y 14 uniformados más quedaron heridos tras 4 horas y media de combate. Era el fin de uno de los bandoleros más temidos de la historia de Colombia, sindicado del asesinato de 205 civiles, 26 miembros de la fuerza pública y 2 agentes del DAS. Su cadáver fue trasladado a Yopal (Casanare) una región predominantemente liberal, donde fue enterrado en secreto. Miles de personas peregrinaron los días posteriores a la casa del Barrio San José donde el bandolero había sido dado de baja. Con la muerte de Efraín González se cerró oficialmente el ciclo de la violencia partidista y el bandolerismo en Colombia.
Tomado de: Lo que pasa es la vida, cuenta YouTube.
Canción original que para la época era prohibida por las fuerzas del estado. No se podía colocar en ningún establecimiento publico.

miércoles, 15 de septiembre de 2021

Transporte de equipo petrolero para la Elf Aquitaine en Yopal, procedente de el puerto de Santa Marta, año (1979).

 


''El camino es aventura en colombia''
Miller Pineda (Facebook)
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Documento fílmico inédito completo. Reportaje hecho por el realizador Francés, François Gall. Año 1979.
Un extenso convoy acompañado de varios camiones de carga de la Empresa Transportadora De Carga Pesada CITEP salen del Puerto de Santa Marta y recorren varias vías de los Departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Santander, Casanare y el Magdalena. llevando 1.300 toneladas de equipos de la Petrolera Francesa "ELF AQUITANIE" que para ese entonces se establecía como la primera empresa petrolera en la región, dueña de la mayoría de pozos que quedan en el Departamento del Casanare que actualmente son propiedad de la también Compañía Petrolera Francesa PERENCO.
Siendo testigos de las muchas vicisitudes del viaje experimentado por la mayoría como una aventura, por algunos contratiempos e incidentes debido a las 40 toneladas de peso los camiones pueden colapsar en el borde de un barranco. la carga de transbordo es demasiado ancha para cruzar un puente demasiado bajo. entrevistan a varios de sus conductores donde narran las duras condiciones de trabajo y la gran responsabilidad que conlleva al estar al mando de esta gran operación de carga.