domingo, 29 de mayo de 2022

EL EXTRAÑO BAUTISMO DE MONSEÑOR OLAVIO LÓPEZ.

- CUENTO DOMINICAL-

EL EXTRAÑO BAUTISMO DE MONSEÑOR OLAVIO LÓPEZ
*** Juan Carlos Niño Niño
En la década de los ochenta, una joven y humilde pareja entró con cierto afán y diligencia a la recién construida Catedral San José de Yopal, consciente del leve retraso que tenían a la hora convenida para el bautismo de su hijo, aún más cuando conocía de antemano la puntualidad suiza de Monseñor Olavio López Duque, quien estuvo exactamente 24 años como administrador apostólico de Casanare, dejando como legado la creación del Vicariato Apostólico de Trinidad y la Diócesis de Yopal.
La actual Catedral se debía al arrebato de su Párroco Gilberto Estrada, quien a mediados de los setenta regresó entusiasta de una visita a Italia y convenció a los feligreses de construir una nueva iglesia, acorde con las innovadoras tendencias arquitectónicas, entre clásico y moderno, con una fachada de 12 cruces entrelazadas -seis en cada costado y en alusión a los discípulos- con un vitral triangular y gótico en el centro, y más arriba una gigantesca cruz en concreto que se alzaba desafiante ante el nítido cielo azul y el recalcitrante sol de mediodía.
Esta innovación "derrumbó" para siempre la pequeña pero hermosa iglesia colonial, que con tanto esfuerzo levantó la comunidad, teniendo como base las paredes de adobe y bahareque, lo que sin duda confirma el afán de independizarnos aún a mediados del Siglo XX de toda influencia española, aunque no faltan las voces de muchos lugareños, quienes aún se quejan por el derrumbamiento de su iglesia colonial y piden a gritos una misión arqueológica en ese lugar para recuperar sus restos.
La joven y humilde pareja inició por todo el centro la lenta procesión con el bebé en brazos y los respectivos padrinos, quienes a los lados también encontraron sendos vitrales estilo gótico, más sillas largas y elementales de madera y color marrón, mientras que al fondo con algo de impaciencia los esperaba el imponente Monseñor Olavio López, quien con el pulgar derecho le daba golpes suaves a su reloj suizo Patek Philippe.
Era una actitud típica de su temperamento, que los feligreses aprendieron a ver no como un acto de soberbia, sino como una férrea disciplina para hacer la cosas con eficacia y eficiencia, que se reflejó en la construcción "sin regalías" de innumerables colegios, internados y restaurantes escolares en la entonces Intendencia, lo que reafirma el talante emprendedor del ahora Vicario Apostólico Emérito de Casanare (QEPD), el mismo que a finales del Siglo pasado detuvo con autoridad y valentía una inminente masacre de paramilitares a población civil.


Al encuentro con los padres y padrinos, el prelado olvidó su indisposición y se dispuso a hablar animadamente con ellos, quienes al confirmar su deseo de bautizar al pequeño, leyó y explicó brevemente el respectivo pasaje de Las Escrituras, elevó la oración del exorcismo -no sin antes uno de los padrinos pedir a la iglesia por los niños- y posteriormente bendijo el agua y escuchó a los padres -en nombre del pequeño- renunciar al pecado y ratificar su fe.
Al iniciar el rito bautismal, con su tono serio pero bondadoso preguntó por el nombre que le iban a poner al pequeño, a lo que el joven padre respondió sin titubear:
⁃ "Oreja", Señor Obispo.



Monseñor alzó estupefacto la mirada, se colocó las manos en su elegante y bien peinando cabello semi blanco, acomodó sus monumentales gafas transparentes y le increpó con su talante paisa:
⁃ ¡Por Dios, hombre! ¡Oreja no es un nombre para un niño!
⁃ Señor Obispo: ese nombre lo convenimos con mi mujer...
⁃ Me niego rotundamente a bautizar a este pequeño. O cambia el nombre o suspendo este sagrado sacramento -le advirtió.
El joven padre apartó la mirada con suma timidez, pero con un carácter inesperado le respondió:
⁃ Señor Obispo: Y cómo a Usted lo pusieron "O labio", y nosotros no le estamos diciendo nada.
El prelado se sintió aterrado ante la inesperada respuesta, y con titubeos -mirando rápidamente una y otra vez a los vitrales de los lados- quiso buscar una respuesta de emergencia, pero al no encontrarla -y fiel a su grandeza- pidió a los asistentes que se acercaran a la fuente bautismal, derramó el agua tres veces en la cabeza del niño y pronunció las palabras de rigor:
⁃ Oreja: Yo te Bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Coletilla: A principios de la década pasada, el destacado obispo regresó a visitar a su amado Casanare -fue trasladado recién entrado el Siglo XXI- en donde expresó que irse del Departamento fue perder algo de su alma, a lo que el obispo Misael Vacca -mientras observaban Yopal desde la Virgen de Manare en el Cerro El Venado- le sugirió que pidiera un permiso especial a los Agustinos Recoletos y se retirara a descansar en esta ciudad -contando porsupuesto con una habitación en el Vicariato- teniendo en cuenta además que el clima cálido era más conveniente para sus constantes quebrantos de salud.
Con esa ilusión regresó a la Capital del País, pero jamás volvería ante su repentina y lamentable muerte, cuando una vez superada una delicada operación, una caída antes de darle de alta le ocasionó una hemorragia cerebral.
Sin duda, su leal y fiel asistente Mary Vargas en el Vicariato Apostólico de Casanare, se quedó con el dolor de pedirle la bendición para sus nietos, que el destacado prelado no alcanzó a conocer. Bendiciones.
FIN
*** Escritor.
Yopal, domingo 22 de agosto de 2021.

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