martes, 31 de mayo de 2022

CRONICAS DE GANADERIAS, DE ARAUCA A VILLAVICENCIO.....


Una pequeña crónica de las grandes ganaderías del siglo pasado, que partían de las sabanas Araucanas hasta llegar a Villavicencio, llevando arreadas hasta dos mil cabezas de ganado, luchando con las inclemencias del tiempo y dificultades del camino de la epoca. "A Villavicencio o al cielo...!", era el dicho de los viejos llaneros al momento de emprender esta travesía.

Por: Fernando Vega.
En 1920 en la región de los llanos, exactamente en lo que denominamos Arauca y Casanare, existieron hatos de alrededor (17.000?) reses, durante el mes de mayo comenzaba el invierno y era tiempo del "trabajo de llano", se reunían al rededor de 40 a 50 trabajadores dependiendo el tamaño del hato, luego del rodeo para reunir el ganado y escogerlo, se llevaba en lotes hacia el corral, de allí transportaban el ganado para ser vendido hacia Villavicencio, de mil quinientas a dos mil reses tranportadas en la infinita sabana.



El encargado del Hato, le daba el dinero al caporal, para que se responsabilizara de llevar sus mejores jinetes en el transito con el ganado durante 35 a 40 días, cuando amanecía, se iniciaba a trabajar a las 2 o 3 de la mañana, con un tinto cerrero, sin azúcar de costumbre. Delante del ganado, iba un jinete que recibe el nombre de cabrestero, guiando la ganadería, aquel cabrestero debía tener pleno conocimiento del trabajo de llano, debía también saber cantar y silbar, para que en las noches de vela, le cantara al ganado y no se asustara ni se estresara y se barajustara, a correr en tan amplia sabana.
Por lado y lado del ganado iba una palizada de gente, al primero le llamaban puntero, y al que iba detrás, traspuntero, era importante porque cada uno tenia un trabajo en especifico y todos debían saber que hacer. Cerca de ellos, iba el caballicero, era una persona encargada de cuidar y asignar los caballos a los vaqueros a lo largo del camino, el caballicero aveces llevaba hasta 4 caballos por jinete, para que descansaran, o cambiarlo en caso de caídas o cornadas.



Para poder sobrevivir, llevaban dos o tres personas que les llamaban los maleteros, eran encargados de llevar el llamado bastimento, que era la comida. En caballos, llevaban mañoco o cazabe, el mañoco era granulado y se sacaba de la yuca brava así como el cazabe, la diferencia es que el mañoco se debe comer remojado y el cazabe es una arepa o pan de yuca.
Estos amasijos, los hacían indígenas, quienes se los vendían al caporal antes de las ganaderías. Cuando no había comida, se mataba una novilla, no vaca ni toro, osea su carne era tierna la cual se asaba, acompañada de guarapo de caña dulce, topocho o yuca. Delante de toda la "tripulación", como le llamaban, iban los chocoteros, eran encargados de conseguir comida y posada para cuando llegasen a poblaciones o caseríos en medio de la planicie, si tenían suerte, conseguían corral, aunque era complicado, ya que al llevar tanto ganado, los animales no estaban plenamente acostumbrados al encierro, porque para la época no se trazaban los lotes con alambre, de modo tal que su carácter era sabanero y mañoso; cuando el ganado se asustaba y se arremolinaba, se abalanzaba contra la talanquera o el tranquero, reventando las guaduas y los palos, derribando por completo los corrales, para salir desbocado hacia el monte.
En esos momentos, los jinetes que trataban de descansar en sus chinchorros tejidos, salían al pique, para encillar o montar a pelo y reunir el ganado, había veces que se dormía encerrando el ganado, en "rodeo" ,osea en circulo y en vela se amanecía cuidando el ganado. Cuando se aproximaban a cruzar un rió crecido, de más de 100 metros como el Pauto, se cruzaba en curiara, pero cuando no eran suficientes se pasaba nadando, todos al agua. En caso de caimán, se echaba una res, aveces enferma, para que no tocara la ganadería.


Antes de llegar a Villevicencio, los vaqueros encontraban guajibiadas escondidos en el monte, que los atacaban muchas veces de forma traicionera, estos peligros sumados a las bestias salvajes, y las estampidas de ganado que mataron vaqueros, fueron las vivencias que debían pasar los llaneros, en el transito entre Arauca y Villavicencio, a su llegada y luego de la venta y el pago, los vaqueros se quedaban en parrandas que los llevaban hasta 8 días tomando, junto con las borracheras se acababa el dinero se dejaba para comprar lo necesario, una muda de ropa, sombrero nuevo, un caucho para los inviernos, y un poco de azufre que se revolvía con sal para dárselo al ganado para que botara los nuches. finalmente los llaneros que fueron ganadiando se devolvían a su casa o a buscar otra ganadería para emprender nuevamente el trajinoso viaje por la sabana ardiente. !A llano cuando era llano¡
Tomado de la cuenta Facebook: Fernando Vega
Fotografias: Google, Créditos a su autor.


 

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