HOY 200 AÑOS DE LA COMUNIDAD CORAZONISTA
Septiembre 30 de 2021.
Por: Lilia Mariño Gomez.
A TÁMARA LLEGARON EN 1974.
POR ESTE MOTIVO QUISE PUBLICAR ESTA CRÓNICA QUE ESCRIBÍ RECORDANDO A ESTA COMUNIDAD EN NUESTRO MUNICIPIO.
LOS HERMANOS CORAZONISTAS EN TÁMARA CASANARE
Por qué los tamareños resultamos miembros de la familia corazonista?
(Abril 2020)
Monseñor Arturo Salazar Mejía siempre tuvo en mente que la educación era lo mejor para el desarrollo integral de nuestro Casanare. Por eso gestionó los permisos para vender los hatos que tenía el Vicariato y con ese dinero se propuso a organizar escuelas y pagar maestros en convenios con el Estado.
Al Seminario Menor “San José” lo transformó en Colegio-Seminario, así que se abrieron puertas para alumnos internos y externos con o sin vocación sacerdotal. Lo importante es que los jóvenes casanareños estudiaran.
Para el año 1973 la comunidad de Agustinos Recoletos, a la cual pertenecía Monseñor Salazar tenía relaciones cercanas con la comunidad de los Hermanos Corazonistas y se enteró que éstos cerraban un colegio de Misión, en Coca Ecuador, entonces les planteo la posibilidad de regir el Colegio-Seminario de Támara. En Octubre de ese año, cuando se celebraba el “Festival de la Canción” llegó Monseñor con el Provincial de los Corazonistas en Colombia Hermano Emilio Ipiña, y con el hermano Javier Martínez, quienes quedaron encantados con el pueblo y el seminario por tanto la determinación de regir el colegio no se hizo esperar; así que en enero de 1974, muy feliz Monseñor Arturo llegó con cuatro hermanos corazonistas, por el camino de herradura El Tablón – Támara. El alcalde de esa época Juan Sibel Mariño Gómez, quien organizó una cabalgata hasta La Bandera, para recibirlos con pólvora y con la algarabía que nos identifica.
Así que el primer rector fue el hermano Rufino Mújica, acompañado por los hermanos Javier Galindo, Javier Martínez y Antonio Quirós (+)
En el Colegio de la Presentación sólo se cursaba hasta Noveno (cuarto de bachillerato), pero Monseñor decidió que a partir de 1974 el Colegio-Seminario sería mixto para que las señoritas pasáramos de la Presentación al Seminario, aprovechando el potencial de los nuevos docentes y tuviéramos la oportunidad de ser bachilleres en nuestro pueblo.
También los hermanos hicieron intercambio con las hermanas de la Presentación, para dictar materias ellas en el Seminario y ellos en el Colegio.
Al comienzo fue difícil para muchos alumnos adaptarse al ritmo académico que ellos exigían, pero fue lo mejor que le pudo pasar a la juventud de esa época.
La Primera promoción de bachilleres en Támara fue en fue en 1975. Se graduaron Ana Orfilia Velandia Higuera, María Bohórquez Riaño, Nepomuceno Mariño Vega (+), Julián Leal Duarte, Antonio Tarache Gallo, Joaquín Bohórquez Mendivelso (+), Oliverio Manrique Rivera (+) y Florentino Rodríguez Blanco (+).
El Lema del Seminario “Aquí se Ora, Estudia, Trabaja y Juega” fue definido por los hermanos en 1976, éste resumía las responsabilidades de todos sin excepción, directivos, docentes y alumnos; y se plasmó en la pared del patio en ese mismo año; lo dibujaron los alumnos Héctor Tobián, Guillermo Moreno y Hernán Moreno.
También fue simbólico en esta época el alquiler de textos, así mismo el corazonista con las oraciones y los cantos religiosos.
Hubo cinco promociones mixtas y luego ya el Colegio de la Presentación graduó su primera promoción de bachilleres y el Colegio Seminario fue solo para varones.
Los Hermanos Corazonistas, que vivieron esa época en nuestro municipio recuerdan jocosamente cosas como:
Lo difícil que era llegar al pueblo y traer el mercado por el camino de herradura, sobretodo, a mitad de año en plena época de lluvias.
Organizar la traída de pupitres y tubos al hombro desde El Tablón.
La llevada de enfermos en hamaca hasta El Tablón.
La apagada de candelas en las madrugadas cuando sonaba la Voz del Progreso anunciado los incendios en verano.
Las dificultades que tenían para llevar el agua hasta el Seminario.
Cómo cuidaban las gallinas y la huerta.
Las cogidas de café.
Los partidos de fútbol.
Don Pedrito Moreno ayudando con la marranera y en las noches escuchándole los cuentos reforzados.
En 1984, siendo rector el Hermano Ricardo Rubiales, se pudo ver la televisión por primera vez en este municipio. Gozan contando como tenían que cuadrar todo el tiempo la antena de 15 metros de altura, para poder coger la Señal Colombia.
La Comunidad Corazonista estuvo en Támara hasta mediados de los 80s., fueron años trascendentales para el municipio porque ellos dejaron grandes enseñanzas, podemos decir que fue la época de auge estudiantil de Casanare.
ANÉCDOTAS QUE RECORDAMOS
El hermano José Antonio Ortiz se rapó un día y fue por el pueblo diciendo que era un supervisor de Juntas de Acción Comunal, se presentó donde don Ernesto Becerra, quien era el presidente de la junta, y le dijo que pasaría al siguiente día para revisar si los libros estaban actualizados y salió riéndose de sus payasadas.
Una vez había una pelea de dos borrachitos y el hermano Benigno cogió por el cuello al que se las daba de más guapo y le dijo “vaya buscando quien lo resucite porque de este pescuezón no te levantas”.
También algunos hermanos no se escaparon sus apodos: al hermano Antonio Quirós lo llamaron “Caremuñeca”, al Hermano Alberto García “Miralindo”, al hermano Miguel Ángel Rueda le decían “Cochinillo”; al hermano Carlos López lo llamaban “el Travieso”, al hermano Darío Agudelo lo apodaron “el gurruño”, “el periquito” al hermano Ricardo.
En sus tertulias los fines de semana tomaban vino, jugaban cartas y les gustaba cantar; una de sus preferidas era “Beber, beber es un gran placer, el agua es para los sapos y pa´las ranas que nadan bien…”
Ellos, personas muy proactivas, también gozaron la estadía en nuestro bello municipio. Lo dijeron y lo dicen con alegría y nostalgia a la vez: “Los mejores años de nuestra vida los pasamos en Támara”; con nostalgia recuero cuando lo decía el hermano Narciso Larrea.
Agradecidos por siempre con Dios por darnos la oportunidad de tener a esta apreciada comunidad en nuestro municipio y agradecidos con los corazonistas por su gran labor con tamareños y casanareños.
Los protagonistas de esta obra en Támara fueron:
Rufino Mújica, rector
Javier Galindo
Javier Martínez
Antonio Quirós (+)
Jesús Fernández Cruz (+)
Alfredo Olalde, rector
Alberto García, Rector
Antonio Lizarralde (+)
Miguel Viana, Rector
Rafael Royo
Juan Lizarraga
Benigno Álvarez (+)
Narciso Larrea (+)
Agustín Navarro
Giovanni Puccinni
Carlos López
Emilio López de Ipiña, rector (+)
José Ignacio Carmona, rector
Miguel Ángel Rueda
Nepomuceno Mariño (+)
Ricardo Rubiales, rector
Adolfo Ochoa
Cesar García
Darío Agudelo
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