Tte. German Olano Moreno. Fotografía, Jaime Ecobar Corradine. |
EL PILOTO AVIADOR GERMAN OLANO Y EL VUELO AL ORINOCO.
Por: Jaime Escobar Corradine.
Tomado de la cuenta Facebook: SCADTA.
Empezaba en 1934 el primer gobierno liberal del Doctor Alfonso López
Pumarejo, cuando su Ministro de Comunicaciones, Benjamín Silva Herrera le
propuso al Director de Aviación, el joven piloto aviador German Olano Moreno
que efectuara un vuelo de exploración a la región de los Llanos Orientales de
Colombia para estudiar la factibilidad de establecer un servicio aéreo de
correo, dada la falta de comunicaciones en este extenso territorio con el
centro del país. German Olano Moreno, oriundo de Medellín, había estudiado en Estados
Unidos y había sido Cónsul General de Colombia en Nueva York, siendo Ministro
Plenipotenciario en Washington el doctor Enrique Olaya Herrera. Bajo el
auspicio del gobierno nacional, estudió aviación en la Academia Aeronaval en
Pensacola, Estado de Florida, junto con otros tres prestantes colombianos,
Hernando Santos Barrios, Fabricio Cabrera y Nicolás Sáenz Dávila. Olano había
regresado a Colombia en junio de 1934, y en septiembre fue llamado para asumir
la Dirección General de Aviación del Ministerio de Guerra del nuevo gobierno. La Aviación Militar Colombiana se había fortalecido durante y después
del conflicto con el Perú y contaba con un selecto equipo de pilotos,
artilleros y mecánicos alemanes, la mayoría de los cuales habían prestado sus
servicios a la aerolínea SCADTA y más adelante habían participado activamente
en el conflicto como parte de la Escuadrilla Aérea del Sur, en defensa de la
soberanía nacional. Además, el gobierno había adquirido modernos aviones de
transporte, entre los cuales se contaba con los robustos trimotores alemanes
Junkers JU-52 con capacidad para 16 pasajeros y carga. También se había
habilitado el aeródromo mixto de Palanquero en Puerto Salgar sobre el Rio
Magdalena, como la principal base aérea de la Aviación Militar para recibir no
solo los grandes hidroaviones, sino también los aviones de ruedas. Fue así como el gobierno nacional decidió enviar una comisión de alto
nivel a visitar e inspeccionar las principales poblaciones de los llanos
orientales en un intento de buscar la factibilidad de establecer una
comunicación aérea a esas regiones del país y talvez buscar el trazado de un
carretera que llegara hasta los confines de la república. Los integrantes de la comisión definida por el gobierno, estaba compuesta
por el Teniente German Olano, Director de Aviación; Juan de Dios Ogliastri del
Ministerio de Comunicaciones; Jorge Ortiz Márquez, del Ministerio de Gobierno;
Carlos Boshell del Ministerio de Obras; el Comandante Francisco Calderón Umaña
de la Policía Nacional; el Mayor German Ocampo del Estado Mayor; Luis Eduardo
Nieto Caballero del periódico “El Tiempo” y Arturo Cuellar Medina del diario
“El Espectador”. Además se contaba con el norteamericano Russell Lasché quien
aparece como “aerofotométrico. Lasché había sido contratado por el gobierno
colombiano para que mediante fotografías aéreas y mediciones topográficas,
actualizara los mapas de Colombia y en especial los relacionados a los
territorios menos poblados del país, como lo eran los Llanos Orientales, y la
amplia Amazonia. La tripulación del Junkers JU 52 623 dotado de pontones de la Aviación
Militar, estaba al mando de los capitanes alemanes Helmut Koening y Rolf
Starke, el Mayor Benjamín Méndez Rey, el Capitán Andrés Maria Díaz y los
mecánicos Fernando Espinosa, German Lara y el radiotelegrafista Alexis
Cristancho. La comitiva se desplazó del aeropuerto de Techo en Bogotá a Palanquero a
orillas del Rio Magdalena en otro trimotor de la Aviación Militar, donde el 20
de octubre de 1934 abordó el hidroavión 623 que los llevaría a la primera
escala en la población de Cabuyaro sobre el Rio Metica. Solo al tercer día
pudieron remontar la cordillera y sobrevolar la población de Purificación en el
Tolima, pasar por Villavicencio y llegar a Cabuyaro. El periplo que contó con
toda clase de peripecias, contratiempos y acontecimientos, llevó a la comisión
de alto nivel a Orocué, sobre el Rio Meta, Arauca en la frontera con Venezuela
en el Rio Arauca y finalmente a Puerto Carreño, sobre el majestuoso Rio
Orinoco. En cada sitio fueron recibidos como huéspedes de honor y fueron
atendidos por los lugareños y autoridades con suntuosos almuerzos tipicos,
cenas y serenatas, al ser la primera vez en la historia que una comisión del
gobierno central, visitaba esas comunidades tan lejanas de la capital y el
centro del país. En cada escala, los técnicos y delegados de los distintos
ministerios, inspeccionaron los diferentes sitios que serían aptos para la
construcción de pistas de aterrizaje y los sitios para la construcción de antenas
transmisoras para mejorar las comunicaciones en esos parajes. El viaje que originalmente estaba planeado para cinco días, se extendió
a diez, pues el mal tiempo, las lluvias y las tormentas inesperadas, hicieron
que los vuelos regresaran a su origen, antes de poder pasar la cordillera,
tanto de ida como de regreso a Palanquero. Es muy lamentable el hecho de que el Teniente German Olano, Director de
Aviación, a sus escasos 33 años de edad, falleciera en un accidente aéreo el 28
de julio de 1935, cuando se precipitó a tierra el Junkers W 34 406 de la
Aviación Militar que el mismo piloteaba, en la localidad de El Retiro, Huila
cuando volaba entre Palanquero y Tres Esquinas en misión oficial. También
perdieron la vida Juan B. Gonzales, Inspector de Bases Aéreas y los mecánicos
de aviación Jorge Jiménez, Juan Palma y Manuel A. Prieto. Sin embargo, con base en los estudios preliminares realizados por la
visita de German Olano y las mediciones preliminares y fotografías tomadas por
Lasché en ese épico viaje de exploración, a mediados de 1935 el gobierno
nacional ordenó la construcción del campo aéreo de Puerto Carreño, con dos
pistas, una de mil metros y la otra de seiscientos metros en forma de cruz de
San Andrés. Este campo aéreo fue bautizado desde entonces con el nombre de
“German Olano”, nombre que lleva en la actualidad. Se destinó un área a trece kilómetros de la población de Villavicencio,
un sitio para la adecuación de un campo aéreo en el sitio de Apiay. Mucho más
adelante, se construyó el aeropuerto de Vanguardia a orillas del Rio Guatiquia
para la aviación comercial y en las instalaciones de Apiay se construyó la Base
Aérea “CT Luis Francisco Gómez Niño” de la Fuerza Aérea Colombiana, que alberga
actualmente el Comando Aéreo de Combate No. 2. (CACOM 2) De igual manera, con la competencia del Ministerio de Obras y la
Dirección de Aviacion, se designaron los recursos para la construcción de los
campos aéreos en Orocué y Arauca. Más adelante se habilitaron las pistas de
aterrizaje de El Morro, cerca de Yopal, Cravo Norte, Hato de Corozal y Tame. Estas acciones del gobierno del Presidente López Pumarejo, desmienten de
tajo, las teorías de que los directivos y pilotos alemanes de SCADTA estuvieran
inspeccionando y planeando la construcción de grandes aeropuertos en los Llanos
Orientales para ser utilizados por los bombarderos alemanes para atacar el
Canal de Panamá en caso de una guerra, como fue sugerido por el Departamento de
Estado de los Estados Unidos de Norteamérica. Los principales campos de aviación
de los Llanos Orientales ya habían sido planeados y construidos durante el
cuatrienio de Alfonso López Pumarejo. La Aviación Militar estableció un servicio aéreo no regular para el
transporte de correo aéreo y personal gubernamental y uno que otro pasajero
ocasional a estas ciudades. Se tiene conocimiento que se efectuaron vuelos con
poca regularidad, pero cumpliendo el anhelo del gobierno central de unir esas
alejadas regiones del país a la capital del país. Fue solamente a mediados de 1938 cuando SCADTA comenzó un servicio
regular de correo aéreo y pasajeros desde Bogotá a los Llanos Orientales, bajo
contrato con el gobierno nacional. El servicio a Villavicencio seguía a El
Morro, Hato de Corozal, Tame, Orocué y Arauca. Este servicio se ofrecía con dos
frecuencias, los primeros y terceros lunes de cada mes. Cabe destacar que al momento de su muerte, German Olano había dejado en
su despacho de la Dirección de Aviación, los estudios de factibilidad para la
construcción de los campos de aviación de Ibagué, Pereira, Manizales, Ocaña,
Turbo, Sogamoso, Pasto, Popayán y Bucaramanga. El Presidente Alfonso López Pumarejo tuvo a bien ascender póstumamente a
German Olano Moreno al grado de Capitán de la Aviación Militar y le otorgó la
Cruz de Boyacá. Hoy en día, la Base Aérea de Palanquero lleva el nombre de
“Capitán German Olano Moreno” y alberga el Comando Aéreo de Combate No. 1
(CACOM 1). Jaime Escobar Corradine Academia Colombiana de Historia Aérea. Miami, Agosto del 2020 NOTA DEL AUTOR: La fuente principal para este artículo es el libro “Vuelo al Orinoco”,
escrito por Luis Eduardo Nieto Caballero, quien recopila en numerosos artículos
que describen de una manera muy amena y al detalle el viaje; artículos que
fueron publicados en el diario “El Tiempo” en el mes de noviembre de 1934. El
libro es de la Librería Colombiana, Camacho Roldan & Cía. Bogotá, 1935.
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