jueves, 27 de marzo de 2025

BREVE HISTORIA DE LA TELEGRAFIA EN CASANARE Y COLOMBIA, MEMORIAS EN CODIGO MORSE.

BREVE HISTORIA DE LA TELEGRAFIA EN CASANARE Y COLOMBIA, MEMORIAS EN CODIGO MORSE.

Investigación, Recopilación, Redacción y Publicación: Walter Adelmo Castillo Blanco.

El primer invento que revolucionó las comunicaciones a distancia fue el telégrafo.
Inventado por Samuel F. B. Morse en 1837, llegó a Panamá en 1855 y al resto de Colombia en 1865. Este aparato mejoró las comunicaciones del sistema férreo y a la postre ayudó en la llegada de los servicios radiotelegráficos, radiotelefónicos y telefónicos, que nos han permitido mantenernos conectados.
Casanare no fue ajeno a esta revolución de las comunicaciones, desde los albores del siglo XX. Así nos lo hace entrever el padre Daniel Delgado, Agustino Recoleto quien fue comisionado por sus superiores del Vicariato Apostólico de Casanare, para realizar en el año de 1904 un viaje que partiría de Bogotá hasta el puerto de Arauca, con el objeto de inspeccionar la educación y realizar apuntaciones sobre el citado general del territorio. Es de advertir que para dicho año toda la comprensión de lo que hoy es Arauca hacia parte de Casanare, entidad de que la que vino a separarse en 1911. Con el material recolectado durante cinco años el aplicado religioso escribió una obra titulada “Excursiones por Casanare”.



En el capítulo III dedicado a la población de Tamara sede administrativa del Vicariato apostólico de Casanare, nos encontramos la siguiente acotación: “Los gobiernos nacional y departamental están animados de los laudables deseos, y lo que se está haciendo en toda la Republica ¿Por qué no hemos de esperar que se realizará también en estas apartadas regiones? Hace tres o cuatro años ¡Que digo! Hace una año no más. ¿Quién no habría tenido por visionario y soñador al que hubiese asegurado que en 1906 veríamos enlazadas por el telégrafo las poblaciones principales de Casanare, región inculta y salvaje morada de fieras y endriagos, y colosal cementerio de las víctimas de las fieras? Pues el año pasado parecía una quimera, un sueño fantástico, lo vemos convertido en realidad consoladora. Marroquin, Nunchia, Pore, La Trinidad, y Orocué, ven cruzados sus bosques y sabanas por los hilos eléctricos; y probablemente dentro de pocos meses podremos añadir a los anteriores los nombres de Támara, Moreno y otras poblaciones Casanareñas.
No se ha limitado el Gobierno Nacional a poner a Casanare en comunicación telegráfica con el mundo civilizado; la instrucción pública, la educación de la juventud, que es la esperanza de la familia y de la sociedad, es atendida de la manera más decidida, eficaz y digna de todo encomio. De este asunto trataremos en el lugar correspondiente. En Támara hay funcionando dos escuelas que bien pudiera llamar colegios; la de varones y la de niñas, dirigidas por un padre misionero y las Hermanas de la Caridad, respectivamente. A ellas acuden más de cien alumnos.

MI TIO EL TELEGRAFISTA.

A la memoria de mi tío TANCREDO BLANCO (q.e.p.d), fallecido ayer 3 de marzo de 2025.

LA ESCUELA DE TELEGRAFIA DE DON AGUSTIN.
Como podemos ver la Telegrafía llego a Casanare en el año 1906. Por ser Tamara tal vez la población más importante y desarrollada, hacia los años veinte se crea en esta, una escuela de Telegrafistas, donde empezaron a formarse los primeros operadores de Telegrafía oriundos de Tamara y poblaciones vecinas.
Hacia 1945 funcionaba la escuela fundada por Don Agustín Inocencio, operador de la empresa MARCONI; el tío TANCREDO BLANCO hermano de mi madre, nacido en Tamara en 1930 en el hogar de la abuela Carmen Blanco, se inclinó a temprana edad por aprender el oficio de la Telegrafía; es así que cuando regresaba del colegio, se asomaba a hurtadillas a la puerta del local donde don Agustín impartía las clases a sus alumnos, a oir y seguir las instrucciones del mencionado profesor. Como pudo, logro conseguir con alguno de los alumnos el alfabeto Morse, el cual copio en un cuaderno y se lo aprendió con rapidez. Para ejecutar los sonidos del punto (.) y raya (-) del alfabeto Morse se requiere de un aparato mecánico denominado “Llave de Morse”, o “Manipulador”.
En la población para la época, solo existían estos artefactos en la oficina de Marconi o en la escuela de Don Agustín. Para el efecto el tío Tancredo elaboro sobre un pequeño trozo de tabla, un rustico “Manipulador” con la ayuda de pedazos de hojalata de una lata de sardinas, caucho de cauchera, una cuchara metálica y algún otro elemento, según me contaba mi señora madre hace muchos años, hasta lograr ejecutar los sonidos del punto y la raya básicos del morse.

Era tal la afición al oficio que prácticamente aprendió solo, en palabras de mi madre se dormía con el improvisado “Manipulador” en la cama, simulando transmitir un texto. Viendo el interés del muchacho, la abuela Carmen con sus escasos recursos económicos como pudo, logro matricularlo en la escuela de Don Agustín, donde llego adelantado con sus dotes de autodidacta. Allí termino de perfeccionar el oficio y compartió conocimientos y recibió capacitación al lado de su hermano medio, el tío Félix Bohórquez quien también se formó en dicha escuela, luego los dos ingresaron muy jóvenes a la empresa Marconi Wireless Telegraph Company, la cual fue sustituida por la Empresa Nacional de Radiocomunicaciones, que a partir de 1947 agrupó los servicios de comunicaciones al fundarse TELECOM.
El servicio militar lo cogió siendo operador de MARCONI donde había ingresado aproximadamente de 16 años de edad. Su estadía en el ejército la paso ejerciendo su oficio de radioperador para las fuerzas armadas. Terminado su servicio militar se reincorpora a la naciente creada TELECOM, donde es destinado a diferentes puntos de la geografía nacional, como Bogotá, Riohacha, Quibdó, Leticia y otros, durante los aproximadamente 21 años de servicio en esta empresa.
Para el año de 1949, un año después de haber estallado el Bogotazo, el tío Tancredo ya se encontraba trabajando de operador en el edificio Murillo Toro, central de comunicaciones en la ciudad de Bogotá. Para la fecha la situación en Casanare se tornaba invivible por efectos de la violencia. Es así como el tío le envía un telegrama a la abuela Carmen, sugiriéndole abandonar Tamara y bajar al Tablón donde ya estaba en operación el aeródromo, para tratar de abordar el primer avión que llegara y las pudiera evacuar hacia Villavicencio. Es así como la abuela en compañía de sus dos hijas menores, mi madre y la tía Neyla logran emigrar hacia Villavicencio a bordo de un avión, y luego continuar a Bogotá, donde el las esperaba y donde vivieron durante cinco años, hasta que se pacifico el llano y volvieron nuevamente a su tierra
Después de recorrer medio país prestando sus servicios en diferentes sitios, finalmente es trasladado al naciente San Luis de Palenque, donde llega hacia el año de 1963 y donde laboro hasta 1971, año en el cual solicita su retiro, saliendo pensionado a la edad de 42 años, después de haber laborado en el oficio por 23 años aproximadamente, convirtiéndose en el operador que más tiempo permaneció en esta población.
Es acá donde el tío me vincula a la empresa siendo muy niño, hacia el año de 1965 con tan solo 9 años de edad a cubrir las vacaciones de Dioniseldo Goyoneche, titular del cargo de Aseador medio Tiempo, que incluía ser oficial de recibo y mensajero. En dicha oportunidad de trabajo de aproximadamente un mes, aprendí a escribir en máquina, lo cual era una proeza y un privilegio para la época, experiencia que me favoreció años más tarde cuando empecé mi bachillerato comercial en el colegio de la Presentación, donde llegue adelantado en las lides de la mecanografía. Hacia 1967 me vinculo nuevamente a cubrir las vacaciones de otro compañero y finalmente en 1971, un mes antes de retirarse me vincula por tercera vez, esta vez con nombramiento como titular del cargo de aseador medio tiempo.

El mayor deseo del tío era que yo continuara con su legado, pero desafortunadamente no tuve oído para el Morse, aunque llegue a aprender a transmitir, nunca pude recibir. De las cosas difíciles que experimente en los diferentes oficios que aprendí y ejecuté en mi vida, fue este. Definitivamente el MORSE no era para todo el mundo, se requería un oído y una concentración excepcional. El tío poseía unas dotes innatas como operador, que le valió el reconocimiento como uno de los mejores Radioperadores que tenía Telecom. Poseía la facultad de estar recibiendo un telegrama con los auriculares colocados, escribiéndolo en la máquina de escribir, y al mismo tiempo sostener una conversación con algún parroquiano que se paraba a saludarlo frente a la puerta de su escritorio, siempre abierta por efecto del calor insoportable, en la vieja casa de lata de la oficina de nuestro pueblo.
Con nostalgia de no haber podido continuar con el legado del tio, y las ganas de seguir estudiando y terminar mi bachillerato, empezando el año lectivo de 1972 me retire definitivamente de Telecom. De esta experiencia me quedaron las enseñanzas de este gran ser humano que fue el tío Tancredo, las cuales contribuyeron en mi formación de adolescente. Vivir para contarla….
Ayer a las cinco de la mañana, en la ciudad de Bogotá a la edad de 95 años, después de afrontar quebrantos de salud propias de su longevidad, se marchó de esta vida terrenal este ilustre hijo de Támara, Don TANCREDO BLANCO, PAZ EN SU TUMBA TIO.
A sus hijos, mis primos Edgar y Alfonso, mi saludo fraternal de condolencia, extensivo a sus familias. El Señor les de la suficiente fortaleza para asumir la pérdida del tío.
Yopal, marzo 4 de 2025.

PROYECTO DE CANAL DESVIO DEL RIO PAUTO (1967/1968)



PROYECTO DE CANAL DESVIO DEL RIO PAUTO (1967/1968)
Investigación, Recopilación y Publicación: Walter Adelmo Castillo Blanco.
Transcurría el año de 1967 y el proceso de erosión del rio Pauto frente a la población de San Luis de Palenque continuaba en forma acelerada, que amenazaba en muy poco tiempo el inminente colapso de las primeras viviendas del pueblo ubicadas a la orilla del río, acorde al ritmo del desbarranque que ocasionaba cada creciente. Para la fecha las casas de la manzana de don Ruperto Aranguren y doña Raquel estaban ya tan solo a 10 0 12 metros del barranco del río. Fungía para la época como alcalde de la población, el señor Juan Valbuena Diaz, personero Don Antonio Latriglia y presidente de la junta de acción comunal Don Jorge Guerrero, quienes lograron gestionar ante la gobernación de Boyacá los estudios y la iniciación de la construcción de un canal para desviar el cauce del rio.
Para el efecto se presentaron tres proyectos a saber: Primera, la de el ingeniero Alfonso Guerrero quizas la mas viable que consisitía en la apertura de una boca, recortando totalmente la curva, que el rio se encargaría de ampliar paulativamente, para convertirse en un canal de un tramo de 500 metros, haciendo mínimo los costos de la obra. Segunda, la solución planteada por los ingenieros de la secretaria de obras de Boyacá, un canal de 400 metros, que fue descartada desde un comienzo debido al alto costo de la construcción. Tercera, la que finalmente se llevo a cabo, dragando el antiguo cruce del rió, por donde alcanzo a correr agua en la primera crecida del río en 1968, pero por falta de recursos y maquinaria no se logro la profundidad requerida y la falta de construcción de un dique frente a la boca de entrada, que nunca se construyo.
Recuerdo con nostalgia aquella mañana tal vez de un día del mes de mayo de 1968, cundo amaneció el río crecido y todo el pueblo observando la corriente que no disminuyo prácticamente en nada, a pesar que por el canal corrio bastante agua. Para inspeccionar su comportamiento, a bordo de la voladora de Don Enrique Mesa al mando de Don Carlos Macareno llevando al alcalde y otros funcionarios, ingresaron por la boca de entrada del cauce del canal, lo recorrieron aguas abajo y aparecieron por la boca de salida. A pesar de que llevaba bastante caudal, el caprichoso rio no se fue, siguió desbarrancando hasta llegarle a las primeras casas en el año 1979. El canal de marras paulativamente se fue taponando de arena su entrada y no volvio a correr el agua, con los años se convirtio en una especie de madrevieja.
Para la apertura de este canal, inicialmente se utilizo un pequeño buldozer CATERPILLAR, si no estoy mal un D-2 que llego mas o menos en el mes de Enero de 1967, a bordo de un camión con su respectivo operador, don EVELIO GONZALES, operador de maquinaria de la secretaria de obras de Boyaca, y luego un draga sobre orugas color azul, la cual llego a bordo del remolcador Casanare, ya en el invierno de 1967. Como anecdota, Don Evelio echo raíces en San Luis, nunca regreso a Tunja. Sus últimos años los paso en Yopal, fallecio hace un poco mas de un año. El ayudante que le asigno el municipio fue don Sergio Gonzales "Cucarron", quien aprendio a operar el mencionado buldozer. Dicha maquina permanecio muchos años en el parque del pueblo bajo un techo de palma, junto a la caseta Yegua Panda; la gobernación de Boyacá nunca vino por el. Tengo entendido que un alcalde lo remato.
Como recuerdos de la construcción del mencionado canal guardo en mi mente muchos recuerdos, a la postre contaba con once años de edad. En los primeros meses de verano que se inicio la obra era paseo obligado de los pobladores el día domingo ir a moveleriar el tedioso trabajo del raquítico buldozer abriendo la gran zanja y arrumando tierra hacia los lados. Cuando llego la draga rindió mas el trabajo y se culmino la obra, pero al parecer le falto profundidad y la falta de construcción del dique. Pildoritas para la memora, vivir para contarla....!
Fotografías: Fascimil EL TIEMPO, enero 19 de 1968 - Aerofotografia reciente del IGAC sobre la que se recrea el trazo de lo que fue el canal - Imagen de un Buldozer Caterpillar D2 de la época, similar al que se utilizo para efectuar la canalizacion.

HOSPITAL DE LA "TROCO" EN OROCUE (1945).

 

HOSPITAL DE LA "TROCO" EN OROCUE.


Esta infraestructura hizo parte de la logística de la Tropical Oil Company, con el fin de prestar los servicios médicos y asistenciales a sus trabajadores y población, especialmente el tratamiento de las fiebres tropicales y enfermedades endémicas de la región para la época, durante los casi seis años que permaneció la compañía americana en los llanos de Casanare, adelantando los primeros trabajos de exploración, en busca de petroleo (1945).
Créditos, Jhon Collier, jr, Antropologo quien trabajo para la Tropical Oil Company y visitó la población para la época. Archivo fotografico, UL Digital Colections.


Dr. EZEQUIEL AVILA, atendiendo un paciente en el hospital de la Tropical Oil Company de Orocué. (1945).


Dr. EZEQUIEL AVILA, médico de la Troco (en escritorio) y su personal del hospital de la Tropical Oil Company de Orocué. De izquierda a derecha: José J. Vesga y Elías Mirabal, practicantes y Gustavo Planta, farmaceútico, (1945).



Pacientes en el hospital de la Tropical Oil Company de Orocué. (1945).