domingo, 15 de junio de 2025

IN MEMORIAM, PROFESOR JAIRO RUIZ CHURION.

 


IN MEMORIAM, PROFESOR JAIRO RUIZ CHURION.

En las primeras horas de la noche del día 27 de mayo, en la ciudad de Villavicencio, a la edad de ochenta años, después de afrontar diferentes quebrantos de salud, falleció el ilustre Académico e Historiador Casanareño, JAIRO RUIZ CHURION.

El profesor Jairo Ruíz Churión dedico su vida al estudio e investigación de la historia de los llanos Colombo-Venezolanos.



Nacido en Orocue, Casanare, desde donde su arraigo le dio el impulso y la inspiración para investigar y realizar varios ensayos y escritos históricos sobre los llanos, en particular sobre su tierra natal, un histórico puerto donde llego a existir hasta consulado Alemán.

De ahí resultó la inspiración para escribir su novela “Raíces y Sueños” publicada por la Universidad de los Llanos en octubre de 2021. Una novela sobre y desde el Llano, saturada de brillos equinocciales en los que se entrecruzan ríos míticos y personajes casi macondianos, trashumantes de la sabana Casanareña.

Jairo Ruíz Churión fue funcionario fundador de la Universidad de los Llanos y allí laboró por más de dos décadas, siendo también docente de la catedra de la Orinoquia, dictando además su catedra de historia en la Corporación Universitaria del Meta, en Villavicencio.


"Mexa Grametha, Methacuyá, El Meta" publicado en 1992 ha sido uno de sus libros más reconocidos, que contempla la Historia del departamento del Meta. Son innumerables los aportes y el legado que ha dejado Jairo Ruíz a la historia regional.

Una de las obras del Profesor Jairo Ruíz Churión que no se llegó a publicar y que pocos han tenido el privilegio de conocerla. Se trata de la “Evolución del Traje Llanero” una investigación apoyada por el instituto Caro y Cuervo, que inició a mediados de los años 80’s y logra finalizar a comienzos de los años 90’s.

Igualmente estaba terminando de escribir un libro sobre la historia de las ganaderías de Arauca a Villavicencio, que tampoco alcanzo a publicar.

Casanare, El Meta y la Orinoquia han perdido un gran académico e historiador.

Agradecidos especialmente a nuestro amigo Alex Guzmán, de CANAL LLANERO por el aporte de los datos biografícos del Profesor Ruiz Churion para esta semblanza.

PAZ EN SU TUMBA, Profesor y amigo JAIRO RUIZ CHURION

 

EN AUTOMÓVIL HASTA OROCUE AÑO 1942.

 


EN AUTOMÓVIL HASTA OROCUE AÑO 1942.

La historia de Luis Ernesto Flórez Osorio, llanero por adopción y pionero en llegar en carro a Orocúe. Es posible que este vehículo haya sido el primero en llegar a Orocué.

El ingenio llevó a Luis Ernesto a juntar dos canoas las que unió, con tablas a manera de plataforma; así mismo acondicionó el terreno para montar el vehículo sobre la improvisada embarcación y poder pasar el rio Meta.

Tomado del periódico Llano 7 días, "Hechos y Personajes del Llano" de la Casa Editorial El Tiempo.

El libro "Hechos y Personajes del Llano" de la editorial salió cuando avanzaba el mes de diciembre del año 2004.


Por: Óscar Alfonso Pabón Monroy/Comunicador Social comunitario.

A comienzos de la década del 40 la entonces intendencia nacional del Meta, no tenía desarrollado su sistema de carreteras, por lo que para viajar por su territorio estaban los caminos que unían caseríos y fundos, así como las aguas de sus ríos. Llegar a pensar que en aquellos tiempos se pudiera conducir un automóvil desde Villavicencio a Orocue era imposible. Tan enorme reto de ir en un vehículo hasta el histórico pueblo, lo asumió Luis Ernesto Flórez Osorio, inquieto joven Boyacense propietario de un elegante carro convertible marca NACH, quien en compañía de su amigo y luego padrino de matrimonio, Hernando Reyes Calderón, en la entrada del verano del año 1942 emprendió su viaje.

Con suficiente reservas de combustible y provisiones, la hazaña se inició partiendo de madrugada de Villavicencio rumbo a San Martin transitando el camino ganadero, destino al que llegaron al anochecer de esta jornada. Al día siguiente, desde allí comenzó la aventura más osada. Como se dijo antes, en ausencia de carretas, el pionero y su copiloto se apoyaron en mapas y en baquianos conocedores de la topografía de la región, recursos que aprovecharon al máximo, buscando por la serranía costear el rio Meta casi desde su nacimientos, para luego por la sabana adentro ir a descabezar, por la serranía de Neblinas, al rio Manacacias, bordeándolo hasta su confluencia en el Meta.

Luego siguiendo hacia el Oriente, llegaron al punto conocido como El Porvenir a orillas del Meta. Los trabajos duraron dos días, luego de los cuales comenzó la siguiente fase de la aventura que los llevó a cruzar las corrientes del río Meta, para por último, pisar suelo Casanareño y entrar triunfantes al pueblo, en donde sus asombrados habitantes los recibieron con emoción. En total fueron cinco los días gastados en esa travesía.

Luis Ernesto Flórez Osorio, es el pionero de la tecnología automotor por las sabanas metenses y en el que fuera el más importante puerto del río Meta. Pero la creatividad el personaje hizo que con el motor del vehículo produjeran energía eléctrica, permitiéndole por primera vez a la localidad disfrutar del alumbrado con bombillas, o acondicionarselo a una canoa para realizar viajes de ida y vuelta a Puerto López.

 

jueves, 10 de abril de 2025

EL TOREO EN TRINIDAD (Casanare).



EL TOREO EN TRINIDAD.

Investigación, Recopilación, Redacción y Publicación: Walter Adelmo Castillo Blanco.
Fragmento
En los llanos de Casanare, con las primeras reses llegadas de Europa, nuestros indios Guahibos, Achaguas, Jiraras, Chiricoas, debieron enfrentar al toro ya como peones de sabana de las haciendas o como indios irreductos, buscando carnearlos para la subsistencia de los clanes. Los lances sacados a los toros como medio de defensa, se fueron convirtiendo en una habilidad cada vez más avanzada, con menor temor por las cornadas y en medio del trabajo de llano se transformó en una práctica alegre y de exhibición pues el verdadero llanero no solo debía conocer de las labores del hato, sino que tenía que jinetear, colear y torear para ser aceptado como tal.
Las referencias de escenas toreriles, se dieron en Trinidad desde la consolidación como pueblo ganadero; así, con las fundaciones de los hatos del Tigre en la jurisdicción de Trinidad, don Policarpo Reyes su dueño trae por vez primera, treinta padrotes de casta que se encargaron de difuminar la raza por toda la geografía Triniteña, a mediados del siglo diecinueve. Se cuenta que en plena sabana abierta o entre los corrales se llevaban a cabo tardes de toreo por el solo placer del arte, los hatos Matepalma, el Tigre, Platanales, la Atravesada, el Algarrobo, etc, todos pertenecientes a la Parroquia.

A mediados del siglo veinte, es el padre Ricardo Sabio, quien nos relata que en las fiestas patronales del pueblo en honor a San Judas Tadeo, celebradas en Trinidad el veintiocho de octubre de cada año, estas incluían dentro de su programa además de las tardes de coleo, carrera de caballos, riña de gallos, las tardes de toreo, para lo cual se traían los ganados más bravos, orejanos y sin herrar, es decir cimarrones, que estaban en las sabanas de los hatos de Platanales y el Tigre; a los Triniteños les gustaban los toros bravos para torearlos, porque así sentían que el toreo seria de lujo. La plaza de toros que en ese entonces se llamaba circo, aunque en realidad era un corral cuadrado para el encierro de los toros y otro rectangular muy grande hecho de horcones y guaduas rajadas por la mitad donde se efectuaba la faena.
Veamos lo que nos cuenta el sacerdote en uno de los apartes de su libro “Corridos y coplas de los llanos orientales”, en el capítulo dedicado a Trinidad:….”También hablan que los toros son de Platanales, hato famoso por sus reses bravas. El ganado de ese hato poco conoce el hierro y hay muchos bichos orejanos. Para la venta y fiestas hay que cazarlos con buenos caballos y muy buenas sogas. Por eso el toreo será de lujo, según los criollos. Hay madrinas para la fiesta brava y muchas cintas, confeti y flores para los toreros que mejor se luzcan. El circo será la plaza del pueblo cerrada con guaduas y vigas. Detrás de este simple cerco, las gentes formarán una muralla de pechos resueltos y valientes que no dejaran escapar ningún astado por muy buenas armas que lleve y por mas corajudo que sea. Cada llanero lleva un toro adentro. Los de afuera no lo asustan. Los toreros del momento y los coleadores en esta ocasión parece que lo han hecho muy bien. Se ven muchos con cintas en los sombreros, muchas flores, mucho garbo y muy buen arte”.
Para las décadas del sesenta y setenta del pasado siglo, las tardes de toro se seguían realizando en el parque, frente a la iglesia, en corrales de guadua, con la diferencia que además de los toreros criollos del pueblo, se traían cuadrillas de toreros y novilleros de cartel como Alberto Ruiz “El Bogotano”, Juan Gomez, Noel Petro, Augusto Rodriguez, el gran “Don Rodrigo” y la figura emblemática del pueblo, Don Jaime Acevedo Angee, ganadero dueño del hato LA MARACENA, a el se le debe el haber traído la primera ganadería de Casta a Casanare, y el fomento del toreo en niños y jóvenes de Trinidad.

Así, en las fiestas se realizaba una tarde de toros para que los niños en edades de los ocho a quince años, se iniciaran en la faena lidiando becerros, saliendo más de uno aporreado, pero no acobardados; también se realizaba una tarde de toros para aficionados y voluntarios, donde más de un borracho era revolcado por los toros. Don Jaime Acevedo siempre daba cátedra de toreo, inclusive a los profesionales y veteranos toreros.
Fue así como se formó un grupo de jóvenes Triniteños, hombres y mujeres, que diariamente practicaban las artes del toreo, consiguieron sus trajes de luces, y buscaron la alternativa, así mismo tenían sus propias cuadrillas. De ellos podemos mencionar a José Audberto Hernandez, artísticamente denominado José María “Joselin”, Luis Antonio Torres “Chiriguare”, Odilio Hernandez, Luis Viancha, Gilberto Zambrano, Yonency Amaya, Luis Mojica, entre otros.
De ellos los mas sobresalientes fueron, Luis Antonio Torres “Chiriguare”, y José María “Joselin”, y las jovencitas Irene Torres y Marlen Mojica; ellas protagonizaron una corrida llamada por Don Jaime Acevedo “El Mano a Mano”, en la que a mas de novedosa por ser mujeres, fueron muy valientes y demostraron técnica y amor por el toreo. Ellas al igual que los demás toreros viajaban por los pueblos de Casanare y Colombia participando en corridas de toros. Cada uno usaba su traje de luces con montera, chaquetilla, taleguilla, medias, coleta, corbatín, camisa, capote de pseo, machos y zapatillas. Para la faena usaban el capote, la muleta y el estoque.
El Banderillero famoso del pueblo era Gilberto Zambrano, aunque Luis Antonio y Joselin colocaban los pares de banderillas al cuarteo y al quiebro.
Fragmento tomado del libro “La Parroquia de la Santísima Trinidad del Pauto”, DELFIN RIVERA SALCEDO.


P.D: Recordando las historias de la Tauromaquia en la Parroquia, viene a mi mente una tragedia que se suscitó el 7 de diciembre de 1965, al ahogarse en las aguas del rio Pauto, en el momento de tomar un baño recién llegado de Bogotá, el Novillero Luis Gutiérrez “El Montes” quien debería alternar durante las tres corridas de las fiestas de ese diciembre. En esos tiempos para el mes de Diciembre el rio aun llevaba un poco más de caudal que actualmente, y en el proceso de desecación llegando el verano, se hacían unas especie de “pilas” en el fondo, al parecer el torero cayó en una de ellas y al no saber nadar se ahogó.
Sin tener en cuenta ni estar previsto, el 8 de Diciembre de 1975 se efectuaría la última corrida en el parque de Trinidad; en mi concepto concluyo que fue la tarde de toros más memorable que se recuerde. Para el efecto la junta de Ferias y fiestas contrató como espectáculo central, la presentación de CARLOS GUZMAN "El torero paracaidista" con su cuadrilla; novillero de cartel famoso por sus hazañas quién se lanzó vestido con traje de luces, desde una altura de 12.000 pies a bordo de la avioneta de el Capitán Ahumada y Capitán Arias, un Cessna 180 identificado con la matrícula HK-434, con la consigna de caer en el centro de una pequeña corraleja de guadua a manera de plaza de toros, construida entre el monumento central del parque y el palacio municipal (el árbol de Samán que fue derribado hace poco durante la remodelación del parque estaba muy pequeño y quedo fuera de la corraleja); dicho espectáculo lo venía realizado por esa época este torero, en las más reconocidas plazas de toros de el territorio nacional como la Santa Maria, Manizales, Cali y muchas más.


El paracaidista se aproxima a su objetivo pero en último momento se presenta una turbulencia que lo desvía de su trayectoria de vuelo y cambia de rumbo. Observamos que el viento lo dirige hacia el puerto, motivo por el cual varios amigos entre ellos Emell Giron emprendimos veloz carrera hacia el rio, donde todavía teníamos en servicio nuestras voladoras, como estábamos tan cerca alcanzamos a observar de cerca el aterrizaje del paracaidista, justo en la playa de el rio muy cerca de el agua, unos metros más abajo donde se construyó después el muelle. Afortunadamente no cayó al agua, de todas formas nuestro instinto fue auxiliarlo con las voladoras. Ayudamos a desenredarlo y a recoger el paracaídas y en una improvisada calle de honor cual paseíllo, acompañamos al Torero a hacer su arribo hasta la improvisada plaza de toros donde efectuó su faena, constituyéndose esta y la de el día siguiente, la ultima corrida de toros efectuada en el parque de Trinidad.
El año siguiente, para las fiestas de diciembre de 1976 la junta decidió no realizar más toreo y se optó por los toros coleados, espectáculo que ya se venía realizando en Paz de Ariporo desde hacía unos cinco años y estaba en auge. Esta primera tarde de toros coleados se llevó a cabo en una manga de guadua, que arrancaba de la esquina de Telecom por la calle séptima hacia afuera; vienen a mi mente dos hechos que se suscitaron aquella tarde. Primero: el accidente que sufrió el coleador guanapalero, Rafael Zambrano invitado especial, al ejecutar la figura "el pase de la muerte", en el momento de abrazar el cuello del toro y desprenderse del caballo, este se enredo y rodo por el suelo con su jinete ocasionándose la fractura de un brazo. Afortunadamente el coleador iba provisto de casco de motociclista que le protegió la cabeza (fue el primer coleador que vi usar este implemento, ya que el venia de Venezuela donde ya se usaba este accesorio). Actualmente el amigo Rafael sigue viviendo en el país vecino.


Segundo: terminado el coleo, el torero Triniteño José Maria “Joselin” (q.e.p.d), se presentó en traje de luces solicitándole al gremio de ganaderos del municipio, la colaboración para que alguien le donara un toro para ejecutar el arte del toreo y matarlo, quería así mostrarle a su pueblo sus dotes de novillero con los cuales venía triunfando en diferentes plazas de Colombia y Venezuela. Como cosa curiosa no contó con la colaboración de ningún ganadero Triniteño. Fue el amigo y paisano San Luiseño Auly Perez (q.e.p.d), hermano mayor de Liberato Pérez, quien gentilmente compro al dueño de la ganadería un toro, y se lo dono para que Joselin cumpliera su sueño. La faena se realizó en el corral partidor, junto a la casa de Telecom. (El amigo Auly Pérez fue asesinado por "la banda de Lolo" un año después en su finca, en la primera masacre que estos delincuentes ocasionaron en Guanapalo). Vivir para contarla....!
Fotografías: Créditos, Delfin Rivera Salcedo, fascimil EL TIEMPO.

jueves, 27 de marzo de 2025

BREVE HISTORIA DE LA TELEGRAFIA EN CASANARE Y COLOMBIA, MEMORIAS EN CODIGO MORSE.

BREVE HISTORIA DE LA TELEGRAFIA EN CASANARE Y COLOMBIA, MEMORIAS EN CODIGO MORSE.

Investigación, Recopilación, Redacción y Publicación: Walter Adelmo Castillo Blanco.

El primer invento que revolucionó las comunicaciones a distancia fue el telégrafo.
Inventado por Samuel F. B. Morse en 1837, llegó a Panamá en 1855 y al resto de Colombia en 1865. Este aparato mejoró las comunicaciones del sistema férreo y a la postre ayudó en la llegada de los servicios radiotelegráficos, radiotelefónicos y telefónicos, que nos han permitido mantenernos conectados.
Casanare no fue ajeno a esta revolución de las comunicaciones, desde los albores del siglo XX. Así nos lo hace entrever el padre Daniel Delgado, Agustino Recoleto quien fue comisionado por sus superiores del Vicariato Apostólico de Casanare, para realizar en el año de 1904 un viaje que partiría de Bogotá hasta el puerto de Arauca, con el objeto de inspeccionar la educación y realizar apuntaciones sobre el citado general del territorio. Es de advertir que para dicho año toda la comprensión de lo que hoy es Arauca hacia parte de Casanare, entidad de que la que vino a separarse en 1911. Con el material recolectado durante cinco años el aplicado religioso escribió una obra titulada “Excursiones por Casanare”.



En el capítulo III dedicado a la población de Tamara sede administrativa del Vicariato apostólico de Casanare, nos encontramos la siguiente acotación: “Los gobiernos nacional y departamental están animados de los laudables deseos, y lo que se está haciendo en toda la Republica ¿Por qué no hemos de esperar que se realizará también en estas apartadas regiones? Hace tres o cuatro años ¡Que digo! Hace una año no más. ¿Quién no habría tenido por visionario y soñador al que hubiese asegurado que en 1906 veríamos enlazadas por el telégrafo las poblaciones principales de Casanare, región inculta y salvaje morada de fieras y endriagos, y colosal cementerio de las víctimas de las fieras? Pues el año pasado parecía una quimera, un sueño fantástico, lo vemos convertido en realidad consoladora. Marroquin, Nunchia, Pore, La Trinidad, y Orocué, ven cruzados sus bosques y sabanas por los hilos eléctricos; y probablemente dentro de pocos meses podremos añadir a los anteriores los nombres de Támara, Moreno y otras poblaciones Casanareñas.
No se ha limitado el Gobierno Nacional a poner a Casanare en comunicación telegráfica con el mundo civilizado; la instrucción pública, la educación de la juventud, que es la esperanza de la familia y de la sociedad, es atendida de la manera más decidida, eficaz y digna de todo encomio. De este asunto trataremos en el lugar correspondiente. En Támara hay funcionando dos escuelas que bien pudiera llamar colegios; la de varones y la de niñas, dirigidas por un padre misionero y las Hermanas de la Caridad, respectivamente. A ellas acuden más de cien alumnos.

MI TIO EL TELEGRAFISTA.

A la memoria de mi tío TANCREDO BLANCO (q.e.p.d), fallecido ayer 3 de marzo de 2025.

LA ESCUELA DE TELEGRAFIA DE DON AGUSTIN.
Como podemos ver la Telegrafía llego a Casanare en el año 1906. Por ser Tamara tal vez la población más importante y desarrollada, hacia los años veinte se crea en esta, una escuela de Telegrafistas, donde empezaron a formarse los primeros operadores de Telegrafía oriundos de Tamara y poblaciones vecinas.
Hacia 1945 funcionaba la escuela fundada por Don Agustín Inocencio, operador de la empresa MARCONI; el tío TANCREDO BLANCO hermano de mi madre, nacido en Tamara en 1930 en el hogar de la abuela Carmen Blanco, se inclinó a temprana edad por aprender el oficio de la Telegrafía; es así que cuando regresaba del colegio, se asomaba a hurtadillas a la puerta del local donde don Agustín impartía las clases a sus alumnos, a oir y seguir las instrucciones del mencionado profesor. Como pudo, logro conseguir con alguno de los alumnos el alfabeto Morse, el cual copio en un cuaderno y se lo aprendió con rapidez. Para ejecutar los sonidos del punto (.) y raya (-) del alfabeto Morse se requiere de un aparato mecánico denominado “Llave de Morse”, o “Manipulador”.
En la población para la época, solo existían estos artefactos en la oficina de Marconi o en la escuela de Don Agustín. Para el efecto el tío Tancredo elaboro sobre un pequeño trozo de tabla, un rustico “Manipulador” con la ayuda de pedazos de hojalata de una lata de sardinas, caucho de cauchera, una cuchara metálica y algún otro elemento, según me contaba mi señora madre hace muchos años, hasta lograr ejecutar los sonidos del punto y la raya básicos del morse.

Era tal la afición al oficio que prácticamente aprendió solo, en palabras de mi madre se dormía con el improvisado “Manipulador” en la cama, simulando transmitir un texto. Viendo el interés del muchacho, la abuela Carmen con sus escasos recursos económicos como pudo, logro matricularlo en la escuela de Don Agustín, donde llego adelantado con sus dotes de autodidacta. Allí termino de perfeccionar el oficio y compartió conocimientos y recibió capacitación al lado de su hermano medio, el tío Félix Bohórquez quien también se formó en dicha escuela, luego los dos ingresaron muy jóvenes a la empresa Marconi Wireless Telegraph Company, la cual fue sustituida por la Empresa Nacional de Radiocomunicaciones, que a partir de 1947 agrupó los servicios de comunicaciones al fundarse TELECOM.
El servicio militar lo cogió siendo operador de MARCONI donde había ingresado aproximadamente de 16 años de edad. Su estadía en el ejército la paso ejerciendo su oficio de radioperador para las fuerzas armadas. Terminado su servicio militar se reincorpora a la naciente creada TELECOM, donde es destinado a diferentes puntos de la geografía nacional, como Bogotá, Riohacha, Quibdó, Leticia y otros, durante los aproximadamente 21 años de servicio en esta empresa.
Para el año de 1949, un año después de haber estallado el Bogotazo, el tío Tancredo ya se encontraba trabajando de operador en el edificio Murillo Toro, central de comunicaciones en la ciudad de Bogotá. Para la fecha la situación en Casanare se tornaba invivible por efectos de la violencia. Es así como el tío le envía un telegrama a la abuela Carmen, sugiriéndole abandonar Tamara y bajar al Tablón donde ya estaba en operación el aeródromo, para tratar de abordar el primer avión que llegara y las pudiera evacuar hacia Villavicencio. Es así como la abuela en compañía de sus dos hijas menores, mi madre y la tía Neyla logran emigrar hacia Villavicencio a bordo de un avión, y luego continuar a Bogotá, donde el las esperaba y donde vivieron durante cinco años, hasta que se pacifico el llano y volvieron nuevamente a su tierra
Después de recorrer medio país prestando sus servicios en diferentes sitios, finalmente es trasladado al naciente San Luis de Palenque, donde llega hacia el año de 1963 y donde laboro hasta 1971, año en el cual solicita su retiro, saliendo pensionado a la edad de 42 años, después de haber laborado en el oficio por 23 años aproximadamente, convirtiéndose en el operador que más tiempo permaneció en esta población.
Es acá donde el tío me vincula a la empresa siendo muy niño, hacia el año de 1965 con tan solo 9 años de edad a cubrir las vacaciones de Dioniseldo Goyoneche, titular del cargo de Aseador medio Tiempo, que incluía ser oficial de recibo y mensajero. En dicha oportunidad de trabajo de aproximadamente un mes, aprendí a escribir en máquina, lo cual era una proeza y un privilegio para la época, experiencia que me favoreció años más tarde cuando empecé mi bachillerato comercial en el colegio de la Presentación, donde llegue adelantado en las lides de la mecanografía. Hacia 1967 me vinculo nuevamente a cubrir las vacaciones de otro compañero y finalmente en 1971, un mes antes de retirarse me vincula por tercera vez, esta vez con nombramiento como titular del cargo de aseador medio tiempo.

El mayor deseo del tío era que yo continuara con su legado, pero desafortunadamente no tuve oído para el Morse, aunque llegue a aprender a transmitir, nunca pude recibir. De las cosas difíciles que experimente en los diferentes oficios que aprendí y ejecuté en mi vida, fue este. Definitivamente el MORSE no era para todo el mundo, se requería un oído y una concentración excepcional. El tío poseía unas dotes innatas como operador, que le valió el reconocimiento como uno de los mejores Radioperadores que tenía Telecom. Poseía la facultad de estar recibiendo un telegrama con los auriculares colocados, escribiéndolo en la máquina de escribir, y al mismo tiempo sostener una conversación con algún parroquiano que se paraba a saludarlo frente a la puerta de su escritorio, siempre abierta por efecto del calor insoportable, en la vieja casa de lata de la oficina de nuestro pueblo.
Con nostalgia de no haber podido continuar con el legado del tio, y las ganas de seguir estudiando y terminar mi bachillerato, empezando el año lectivo de 1972 me retire definitivamente de Telecom. De esta experiencia me quedaron las enseñanzas de este gran ser humano que fue el tío Tancredo, las cuales contribuyeron en mi formación de adolescente. Vivir para contarla….
Ayer a las cinco de la mañana, en la ciudad de Bogotá a la edad de 95 años, después de afrontar quebrantos de salud propias de su longevidad, se marchó de esta vida terrenal este ilustre hijo de Támara, Don TANCREDO BLANCO, PAZ EN SU TUMBA TIO.
A sus hijos, mis primos Edgar y Alfonso, mi saludo fraternal de condolencia, extensivo a sus familias. El Señor les de la suficiente fortaleza para asumir la pérdida del tío.
Yopal, marzo 4 de 2025.