Yo también comí macho...!
Por: Nelson Benajmin BarretoVaca.
Lo que pasó es que hasta nosotros comimos porque a la casa llevaron una bandejada de carne bien asada, antes de costilla, yo le pegue varios mordiscos y la carne era como bofa y durita, mí mamita nos dío a todos". Manuel "el Tigre" Perilla.
Junio
de 1977 Monterrey Casanare, el presidente de los colombianos era Alfonso López
Michellsen, el intendente de Casanare, Esgar Solano Chaparro y el alcalde de
Monterrey Olmedo Parra.
El
día del campesino se tenía que celebrar el primer domingo del mes de junio y la
tarea para celebrarlo estaba embolatada. Olmedo argumentaba que no tenía presupuesto
para esta actividad, por tal razón no se haría.
Pero
Olmedo no estaba solo. Eso se lo hicieron saber de forma secreta algunos
habitantes de Monterrey y le "ayudarían" en la celebración del día
del campesino.
Estos
"amigos" del alcalde se dieron en la tarea de conseguir el animalito
que serviría de vianda para esa fecha, el de la idea de ayudar en la
celebración fué nada menos y nada más que de Ramón "pollo chirozo" el
supervisor de salud de la gobernación que laboraba en Monterrey.
Ramón
era en aquel entonces un hombre corpulento, de bigote y de acciones picaronas
que buscaban hacer reír a sus amistades.
Como
no recordarlo si fué el que les hizo un almuerzo a los profesores con"
gallina" y sopa de arroz, resultó que eran chulas. Los que más comieron
fueron Emilio Gualdrón y su esposa, la profesora Doris, ella comía sola
gallina, el arrocito lo dejaba a un lado ja ja ja" dice Filimón Niño uno
de los testigos del evento.
Ramón
el "pollo chirozo" comentó su idea de darles de comer carne de
caballo a los homenajeados en el día del campesino, la idea era matar un burro,
caballo o un macho. El macho es un híbrido, es el resultado del cruce entre un
caballo y una burra. La idea rápidamente fue absorvida por Asdrubal Barreto,
Quintiliano Barreto, Rosendo Mendoza y Gilberto Mora.
Gilberto
ofreció rápidamente un macho que tenía partida una pata y sería sacrificado al
otro día y sería asado por Rosendo Mendoza.
El
chisme se regó por el pueblo de que el alcalde Olmedo Parra mandó a sacrificar
una 'novilla' para la gente; el sitio del asado sería La Patagonia lo que hoy
en día se llama el barrio La Primavera.
La
alegría y las ganas de carne de los habitantes, entre ellos la del policía
Alfonso Beltran hicieron que fuera hasta el lugar del asado y le pidiera unos
huesos pal' caldo a Rosendo Mendoza su amigo. Mendoza al ver la insistencia del
"jalisco" su gran amigo, le dijo que porque él era el amigo, él sabia
porque no le daba huesos.
Beltran
al ver la negativa del asador le dijo que dejara de ser lameculos, chupagrueso,
sapo y que se metiera los huesos por donde le cupieran. Rosendo lo que atinaba
a decirle era que algún día le agradecería.
"Jalisco"
sería un sobreviviente de la guerra de Korea, a él le pondrian ese apodo porque
a su lanza en esa guerra lo llamaban Jalisco y lo mataron, Alfonso heredaria
ese apodo, Beltran llegaría de Guacamayas Boyacá como policía a Monterrey en
1967.
Las
anécdotas con algunas familias representativas de aquella época con la comida
de carne de macho fueron muchas dice Filimón Niño. "Por lo menos a los
Barreto de don Quintiliano, el Asdrubal que era el primo de ellos, aprovechando
que don 'Quinto' no estaba les mando 2 chuzos 'de la que sabemos'. Doña Isabelita
la esposa de don 'Quinto' el otrora jefe de la revolución llanera, les repartió
carne a los chinos Naldo, Leo, Fernando, Carlos, Daniel, Yeni, y Lolita o sea
víctimas de su propio invento. A Toto le mandaron la carne a Bogotá donde una
tía, ese tampoco se salvo.
A
otros que el jediondo del Asdrubal les hizo comer fue a la familia de don
Genaro Barrera, ese le pagó como cinco pesos a un chino para que les llevara
dos bandejadas de carne a doña Edilma y sus 'mojarritas' porque así les
deciamos.
Como
a las siete de la noche llegó Genaro todo rascao a la casa y le preguntó doña
Edilma ¿y mijo va a comer?. ¿Y qué hay?, contestó Genaro. Doña Edilma le dijo,
'pues carne de la que sabemos', y está bien rica. A don Genaro casi se le
revienta la hiel, eso fué muy pero muy chistoso. Genaro, otra víctima también
de su propio invento.
Según
algunos testimonios doña Custodia dizque cogio un chin de costilla y la
sanguasa le corría por las manos y le daba bocao a un chino mono, de ojos
verdes, chiquito. Los otros que mascaban carne fueron el Luis y la Gladys.
Pero
no solo fueron las familias las que comieron carne de macho, los curas y las
monjitas tambien comieron y harto. Cuentan que las monjitas no quisieron
compartir con las internas, eso cada una de ellas cogio su pedazo de costilla o
lomo y comieron hasta llenarse. El resto la guardaron en neveras que
funcionaban a gas. Cuando alguien les dijo que era carne de macho a las monjas,
se armo el escandalo en el pueblo. Se armo la San pableray la gran mayoría
culpo al alcalde Olmedo Parra. Este, inocente de toda culpa, se dirigía para su
casa cuando por el camino cerca a lo que es hoy la casa de 'jalisco' en la
calle 17, al lado del puente, una turba enfurecida encabezada por Rogelio López
lo encerró y se disponían a darle su porracera. De pronto de la nada, las
monjitas se interpusieron y lo salvaron del garrote que llevaba don Rogelio pa'
joderlo.
Olmedo
el alcalde, se defendió argumentando que él no sería capaz de hacerle eso a su
pueblo y que a él también le habían llevado carne y que la había probado y
gustado. Pero era tanta la rabia de la gente que de manera arbitraria muchos le
seguirían echando la culpa a don Olmedo de aquella comida de macho, que eso
precipitó su salida de la alcaldía y sería reemplazado por el nuevo alcalde
Jesús Niño".
El
sacrificio del macho en Monterrey Casanare fue un acto histórico, la generación
que lo vivió y comió siguen recordandolo y hablándolo en en las tertulias de
casas, tiendas y reuniones familiares. Hernando Roa ex diputado y ganadero
recuerda. "Esa fue una perrada que al pueblo nunca se le olvidará,
imagínese que en este asado y comilona participaron las personas
representativas de la época. Monterrey era un pueblo pequeño tan solo eran como
3 cuadras y por eso la carne alcanzó para todo el mundo, fueron pocos los que
no comieron.
Los
otros que también probaron macho fueron los Perilla, los de don Chucho Perilla.
A pesar de que el hombre era matarife también cayó, según cuentan el que más
comía era el Álvaro Perilla.
Otros
más que comieron macho fueron los Rojas Modera. Don Julio que era un hombre tan
respetuoso y doña Amanda que era tan de mal genio también comieron, y les
dieron a los muchachos. allí estaban y comieron Darío, Oswaldo, Jorge, Marta y
tal vez todos. Otro de los que comió fué el padre Samuel Giraldo, este
sacerdote era muy querido por la comunidad, él se relacionaba con todos, jugaba
fútbol en el parque central, se arremangaba la sotana en las rodillas y con los
zapatos de charol salía a jugar. Era toda una celebridad y cuando comió macho
lo único que atinó a decir era que estaba muy sabroso pero que le habían
enviado muy poco.
El
pobre macho recuerdo que era como encerado y tenía una rodilla lastimada,
estaba bien gordo y duró amarrado como 5 horas frente al Bar Ganadero de
propiedad de Wilson Barreto. Ese bar era donde hoy funciona la veterinaria de
Fabio Piñeros. Estas son cosas de la vida que suceden y hay que ser tranquilo
pero no tanto, lo cierto es que el Filimón y yo comimos macho".
Escrito
Por: Nelson Benjamin BarretoVaca CSP. Exalcalde Monterrey Casanare 2008-2011.
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