jueves, 28 de octubre de 2021

ARTICULO PARA RECORDAR - Yo también comí macho...!

Yo también comí macho...!

Por: Nelson Benajmin BarretoVaca.

 "Estaba tan rica la carne que hubo gente que repitió y mandó traer más, es el caso de de don Rogelio López un hombre campesino pero de caracter fuerte, él lideró la repartición de carne y llevó con él a más campesinos a comer. Era tan chistoso y rapido don Rogelio repartiendo la carne con su mano maneta, que hasta el mismo amigo Rosendo Mendoza le decía. 'Ole Rogelio vea que usted mismo es el que reparte la carne, después no me vaya a buscar problemas, conste que yo no le quería dar carne y usted se metió a las malas a repartir, conste, conste so' guevon, después no me busque pa' dame palo'. Eso fué lo que le dijo Rosendo a este hombre que muchos le temían por su rudeza y personalidad.


Lo que pasó es que hasta nosotros comimos porque a la casa llevaron una bandejada de carne bien asada, antes de costilla, yo le pegue varios mordiscos y la carne era como bofa y durita, mí mamita nos dío a todos". Manuel "el Tigre" Perilla.

Junio de 1977 Monterrey Casanare, el presidente de los colombianos era Alfonso López Michellsen, el intendente de Casanare, Esgar Solano Chaparro y el alcalde de Monterrey Olmedo Parra.

El día del campesino se tenía que celebrar el primer domingo del mes de junio y la tarea para celebrarlo estaba embolatada. Olmedo argumentaba que no tenía presupuesto para esta actividad, por tal razón no se haría.

Pero Olmedo no estaba solo. Eso se lo hicieron saber de forma secreta algunos habitantes de Monterrey y le "ayudarían" en la celebración del día del campesino.

Estos "amigos" del alcalde se dieron en la tarea de conseguir el animalito que serviría de vianda para esa fecha, el de la idea de ayudar en la celebración fué nada menos y nada más que de Ramón "pollo chirozo" el supervisor de salud de la gobernación que laboraba en Monterrey.

Ramón era en aquel entonces un hombre corpulento, de bigote y de acciones picaronas que buscaban hacer reír a sus amistades.


"Ese jijuemadre del Ramón dejó en Monterrey buenos amigos sobre todo en el Das, en la gente de la Caja Agraria y en los papaupas de aquella época.

Como no recordarlo si fué el que les hizo un almuerzo a los profesores con" gallina" y sopa de arroz, resultó que eran chulas. Los que más comieron fueron Emilio Gualdrón y su esposa, la profesora Doris, ella comía sola gallina, el arrocito lo dejaba a un lado ja ja ja" dice Filimón Niño uno de los testigos del evento.

Ramón el "pollo chirozo" comentó su idea de darles de comer carne de caballo a los homenajeados en el día del campesino, la idea era matar un burro, caballo o un macho. El macho es un híbrido, es el resultado del cruce entre un caballo y una burra. La idea rápidamente fue absorvida por Asdrubal Barreto, Quintiliano Barreto, Rosendo Mendoza y Gilberto Mora.



Gilberto ofreció rápidamente un macho que tenía partida una pata y sería sacrificado al otro día y sería asado por Rosendo Mendoza.

El chisme se regó por el pueblo de que el alcalde Olmedo Parra mandó a sacrificar una 'novilla' para la gente; el sitio del asado sería La Patagonia lo que hoy en día se llama el barrio La Primavera.

Al lado de la carne de macho se asarian unos tres chuzos de carne de novilla para los organizadores del festejo. El santo y seña para repartir la carne sería, "esa es de la que sabemos" .

La alegría y las ganas de carne de los habitantes, entre ellos la del policía Alfonso Beltran hicieron que fuera hasta el lugar del asado y le pidiera unos huesos pal' caldo a Rosendo Mendoza su amigo. Mendoza al ver la insistencia del "jalisco" su gran amigo, le dijo que porque él era el amigo, él sabia porque no le daba huesos.

Beltran al ver la negativa del asador le dijo que dejara de ser lameculos, chupagrueso, sapo y que se metiera los huesos por donde le cupieran. Rosendo lo que atinaba a decirle era que algún día le agradecería.

"Jalisco" sería un sobreviviente de la guerra de Korea, a él le pondrian ese apodo porque a su lanza en esa guerra lo llamaban Jalisco y lo mataron, Alfonso heredaria ese apodo, Beltran llegaría de Guacamayas Boyacá como policía a Monterrey en 1967.

Las anécdotas con algunas familias representativas de aquella época con la comida de carne de macho fueron muchas dice Filimón Niño. "Por lo menos a los Barreto de don Quintiliano, el Asdrubal que era el primo de ellos, aprovechando que don 'Quinto' no estaba les mando 2 chuzos 'de la que sabemos'. Doña Isabelita la esposa de don 'Quinto' el otrora jefe de la revolución llanera, les repartió carne a los chinos Naldo, Leo, Fernando, Carlos, Daniel, Yeni, y Lolita o sea víctimas de su propio invento. A Toto le mandaron la carne a Bogotá donde una tía, ese tampoco se salvo.

A otros que el jediondo del Asdrubal les hizo comer fue a la familia de don Genaro Barrera, ese le pagó como cinco pesos a un chino para que les llevara dos bandejadas de carne a doña Edilma y sus 'mojarritas' porque así les deciamos.

Como a las siete de la noche llegó Genaro todo rascao a la casa y le preguntó doña Edilma ¿y mijo va a comer?. ¿Y qué hay?, contestó Genaro. Doña Edilma le dijo, 'pues carne de la que sabemos', y está bien rica. A don Genaro casi se le revienta la hiel, eso fué muy pero muy chistoso. Genaro, otra víctima también de su propio invento.

Otra familia que cayó fue la suya don Nelson, me acuerdo que a su papá Benjamin y a doña Custodia le llegaron con 2 bandejas de carne. Su papá lo primero que dijo era que el paparote del 'Quinto' lo quería mucho y por eso le mandaba harta carne, es que ese desgraciado es de Miraflores y por eso es que me mandó mí guena carne.

Según algunos testimonios doña Custodia dizque cogio un chin de costilla y la sanguasa le corría por las manos y le daba bocao a un chino mono, de ojos verdes, chiquito. Los otros que mascaban carne fueron el Luis y la Gladys.

Pero no solo fueron las familias las que comieron carne de macho, los curas y las monjitas tambien comieron y harto. Cuentan que las monjitas no quisieron compartir con las internas, eso cada una de ellas cogio su pedazo de costilla o lomo y comieron hasta llenarse. El resto la guardaron en neveras que funcionaban a gas. Cuando alguien les dijo que era carne de macho a las monjas, se armo el escandalo en el pueblo. Se armo la San pableray la gran mayoría culpo al alcalde Olmedo Parra. Este, inocente de toda culpa, se dirigía para su casa cuando por el camino cerca a lo que es hoy la casa de 'jalisco' en la calle 17, al lado del puente, una turba enfurecida encabezada por Rogelio López lo encerró y se disponían a darle su porracera. De pronto de la nada, las monjitas se interpusieron y lo salvaron del garrote que llevaba don Rogelio pa' joderlo.



Olmedo el alcalde, se defendió argumentando que él no sería capaz de hacerle eso a su pueblo y que a él también le habían llevado carne y que la había probado y gustado. Pero era tanta la rabia de la gente que de manera arbitraria muchos le seguirían echando la culpa a don Olmedo de aquella comida de macho, que eso precipitó su salida de la alcaldía y sería reemplazado por el nuevo alcalde Jesús Niño".

El sacrificio del macho en Monterrey Casanare fue un acto histórico, la generación que lo vivió y comió siguen recordandolo y hablándolo en en las tertulias de casas, tiendas y reuniones familiares. Hernando Roa ex diputado y ganadero recuerda. "Esa fue una perrada que al pueblo nunca se le olvidará, imagínese que en este asado y comilona participaron las personas representativas de la época. Monterrey era un pueblo pequeño tan solo eran como 3 cuadras y por eso la carne alcanzó para todo el mundo, fueron pocos los que no comieron.

Me acuerdo que el gerente de la época de la Caja Agraria don Emilio Gualdrón y sus empleados, todos comieron, antes Emilio envío por más carne, pedía que le dieran lomo porque estaba bien asada.

Los otros que también probaron macho fueron los Perilla, los de don Chucho Perilla. A pesar de que el hombre era matarife también cayó, según cuentan el que más comía era el Álvaro Perilla.

Otros más que comieron macho fueron los Rojas Modera. Don Julio que era un hombre tan respetuoso y doña Amanda que era tan de mal genio también comieron, y les dieron a los muchachos. allí estaban y comieron Darío, Oswaldo, Jorge, Marta y tal vez todos. Otro de los que comió fué el padre Samuel Giraldo, este sacerdote era muy querido por la comunidad, él se relacionaba con todos, jugaba fútbol en el parque central, se arremangaba la sotana en las rodillas y con los zapatos de charol salía a jugar. Era toda una celebridad y cuando comió macho lo único que atinó a decir era que estaba muy sabroso pero que le habían enviado muy poco.

El pobre macho recuerdo que era como encerado y tenía una rodilla lastimada, estaba bien gordo y duró amarrado como 5 horas frente al Bar Ganadero de propiedad de Wilson Barreto. Ese bar era donde hoy funciona la veterinaria de Fabio Piñeros. Estas son cosas de la vida que suceden y hay que ser tranquilo pero no tanto, lo cierto es que el Filimón y yo comimos macho".

Escrito Por: Nelson Benjamin BarretoVaca CSP. Exalcalde Monterrey Casanare 2008-2011.

 

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